El Partido Socialdemócrata británico abre su congreso bajo el signo de la descentralización
El Partido Socialdemócrata británico (SDP) comenzó ayer su congreso itinerante abriendo sus debates en Cardiff (Gales) con el tema de la descentralización administrativa y económica del Reino Unido.
Entre sus propuestas figura la creación de asambleas con algunos poderes legislativos para Escocia, Gales y las regiones inglesas, sin llegar por ello a una estructura federal para el Reino Unido.
Dos días en Cardiff, dos días en Derby y dos días en Great Yarmouth. El SDP quiere dejar constancia de su énfasis en la descentralización. De hecho, no se trata de un congreso propiamente dicho, sino de asambleas consultivas. Tan sólo en Great Yarmouth se reunirá por vez primera el consejo electo del partido, que tomará resoluciones más vinculantes de cara a un programa electoral.
Un futuro poco brillante
La fortuna del SDP es menos brillante que cuando fuera lanzada en 1981 esta idea de un partido que rompiera el molde bipartidista de la política británica. El propio líder del SDP, Roy Jenkins, lo reconoció ayer en un breve discurso que, sin embargo, rechazó las conclusiones de las encuestas de opiniÓn. Estas, desde la guerra de las Malvinas, han dejado rezagada la alianza liberal-socialdemócrata por detrás del triunfante Partido Conservador y de los laboristas.El informe discutido ayer contempla la creación de estas asambleas regionales, electas por un sistema de. representación proporcional. El Parlamento en Londres podría así cóncentrarse en temas políticos y económicos más estratégicos y generales. Las asambleas regionales tendrían poderes legislativos para los asuntos locales y llevarían a la creación de Gobiernos regionales con amplios poderes. Se crearían asimismo consejos de comunidades para evitar la repetición del centralismo a nivel regional.
La mitad de los ingresos regionales serían distribuidos por el poder central para compensar a las regiones más pobres. El resto lo conseguirían los nuevos entes a través de impuestos locales, que les garantizarían una importante independencia del poder central.
En el terreno económico, el SDP se propone imponer una congelación salarial durante los seis o nueve primeros meses en el poder, acompañada de una política expansionista. Los socialdemócratas reducirían los impuestos, especialmente sobre el valor añadido (IVA), para relanzar el consumo y llevarían a cabo un aumento selectivo del gasto público. La meta es la de mantener la inflación bajo control, al tiempo que el paro se reduciría, tras dos años, en 400.000 personas.
El SDP quiere ser el partido del crecimiento y de la política salarial, y todo indica que este será el tema central del discurso de Jenkins el viernes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.