Dirigentes políticos sospechan que las escuchas telefónicas se han incrementado

La proximidad de las elecciones generales ha acentuado las sospechas, tradicionalmente expresadas por diversos dirigentes políticos, de una generalización de las escuchas telefónicas ilegales.

Altos responsables en las sedes de varios partidos políticos, desde Alianza Popular hasta la izquierda extraparlamentaria, manifestaron en privado su impresión de que sus teléfonos oficiales, privados, o ambos, registran diversas anomalías, que inducen, a pensar, que sus conversaciones son escuchadas.Estas sospechas se extienden a también a la sede del partido en el Gobierno, Unión de Centro Democrático, uno de cuyos miembros del secretariado nacional relató a EL PAIS cómo en una ocasión, al descolgar su teléfono, y antes de marcar el primer número, pudo escuchar por el auricular la grabación de una charla que él mismo había sostenido en la noche anterior.

El líder de AP, Manuel Fraga, también reconoció privadamente haber alimentado estas sospechas de encontrarse sometido a vigilancia telefónica, si bien, tanto él como otros líderes admitieron carecer de pruebas concretas, lo que hace muy difícil la presentación de denuncias.

El PCE sospecha de servicios incontrolados

A este respecto, el dirigente del Partido Comunista de España Enrique Cuñel señaló que "tenemos la impresión de que hay 1 servicios de iriformación no controlados que siguen haciendo con los teléfonos lo mismo que hace cinco años". El dirigente comunista agregó que "no se sabe bien a quién va dirigida esta información y pensamos que, en todo caso, estos servicios no reciben instrucciones del Ministerio del Interior".

Portavoces de este Ministerio han negado, en diversas ocasiones, que se practiquen otras escuchas que las autorizadas por la autoridad judicial en casos específicos y para la defensa del Estado. Fuentes de la Compañía Telefónica se han manifestado en el mismo sentido.

Estas mismas fuentes negaron que un jefe del Ejército, cuyo nombre fue relacionado en círculos periodísticos con el golpe del 23-F, trabaje ahora. en los servicios técnicos de la Compañía. Sí parece confirmado, no obstante, que el descubrimiento del golpe proyectado para el próximo día 27 de octubre ha supuesto un. incremento de las escuchas telefónicas -se ha citado la cifra de 200 nuevos aparatos intervenidos- judicialmente autorizadas.

Responsables de partidos de la izquierda extraparlamentaria fueron mucho más tajantes al afirmar su convicción sobre la existencia de estas escuchas: "Tenemos la constancia y seguridad de que los teléfonos están .controlados desde hace tiempo. Eso se prueba por el hecho de que varias veces hemos descolgado el auricular y, antes de marcar, hemos oído nuestra propia voz, que se repite en un magnetófono, así como ruidos extraños, comunicaciones que se cortan, etcétera", afirma Javier Alvarez Dorronsoro, dirigente del Movimiento Comunista.

Lucio González de la Fuente, director del periódico Combate, de la Liga Comunista Revolucionaria, narra un caso semejante, vivido personalmente a bomienzos de la semana pasada cuando trataba de comunicar con el País Vasco.

El PSOE se muestra cauteloso a la hora de denunciar la existencia de escuchas ilegales, y se limita a subrayar que Ia Constitución garantiza el secreto de las comunicaciones. Los controles telefónicos son una práctica propia de sistemas dictatoriales, incompatible con la democracia y con los derechos humanos".

"De ser cierto que eso se ha producido", agregaron las fuentes, "estaríamos ante un hecho anticonstitucional y delictivo, y el Gobierno estaría obligado a investigar y perseguir a los responsables para ponerlos en manos de la justicia".