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El Ayuntamiento de París, acusado de una estafa de cien millones de pesetas

La alcaldía de París, presidida por Jacques Chirac, el adversario político número uno del actual poder socialista, es acusada de una estafa de más de cien millones de pesetas. Por el mismo procedimiento se sospecha que se hayan fugado otras sumas considerables desde que, en 1977, fue elegido alcalde Chirac. A pocos meses de las elecciones municipales, el asunto perjudica al político neogaullista, que parte como favorito en los comicios.

El diario independiente Liberation reveló ayer un negocio de la alcaldía que, según ese periódico, se parece demasiado a una estafa al contribuyente parisiense. La operación ya fue iniciada en tiempos del presidente Valèry Giscard D'Estaing.La alcaldía de París decidió realizar un monumental proyecto de restauración de veintitrés grupos de edificios que, por razones sociales, es decir, para beneficiar a los más desfavorecidos, fueron elegidos en los barrios más pobres.

A partir de este momento, el subdirector del departamento de alojamiento de la ciudad de París, Lucien Petit, se encargó de atribuir el trabajo a las empresas de restauración que lo solicitaron. A cada uno de los constructores les impuso una sola condición: el estudio preliminar de la operación debía ser realizado por la "oficina de estudios que yo le indicaré", dijo a cada una de las empresas. Estas últimas se extrañaron, porque esas maquetas preliminares las hacen ellas normalmente, pero aceptaron porque el negocio valía la pena.

Fue más tarde cuando se comprobó que esos estudios sobre la restauración y limpieza de los veintitrés grupos de edificios habían sido encomendados a cuatro o cinco empresas que, a la postre, con diferentes razones sociales, convergían todas en una sola: el Centro de Investigaciones y de Estudios Sociológicos, Psicológicos y de Urbanismo (CRESPU).

Al frente de ese conglomerado, como presidente, se encuentra Jean Schwerdlin, amigo de Petit, subdirector del departamento de alojamiento de la alcaldía de Chirac. Y los siete millones de francos también fueron pagados por la caja de la alcaldía.

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