Solidaridad boicoteará, desde la clandestinidad, los nuevos sindicatos polacos controlados por el Gobierno militar
El Parlamento polaco (Sejm) aprobó ayer la nueva ley sindical, que declara ilegales todos los sindicatos, incluido Solidaridad, cuyos líderes clandestinos han dado orden a sus afiliados y simpatizantes, más de diez millones, de boicotear los nuevos organismos de representación obrera. En estos momentos de tensión, las autoridades no están dispuestas a dar pruebas de debilidad, y así, Leszek Moczulski, líder del partido derechista Confederación de Polonia Independiente (KPN, clandestino), fue condenado ayer a siete años de cárcel.
Coincidiendo con la inauguración de la sesión parlamentaria, a la que asistió el presidente, general Wojclech JaruzeIski, la Prensa oficial de Polonia explicó, por vez primera, que la nueva ley sindical implica la desaparición de Solidaridad. La declaración está contenida en un discurso pronunciado por el viceprimer ministro, Mieczyslaw Rakowski, en una factoría textil de Lodz.Unas horas antes de comenzar la sesión del Sejm, patrullas de la milicia rodearon el edificio del Parlamento, al conocerse un presunto llamamiento de Solidaridad a la población para que organizase una marcha de protesta.
Medios sindicales clandestinos desmintieron tal convocatoria y calificaron el rumor de "provocación", al tiempo que recomendaban a sus afiliados que no organicen acciones de protesta para no dar motivo a intervenciones policiales.
El Comité de Coordinación Interempresas (MKK, clandestino) difundió un panfleto en el que considera que la adopción de la nueva ley sindical es "ilegal" y que con ella el Parlamento viola brutalmente la Constitución de Polonia", que estipula que las leyes son la expresión de los intereses y voluntad del mundo de los trabajadores".
Terrorismo político
"Nosotros", añade la nota, "proseguiremos nuestra lucha por la existencia legal de nuestro sindicato y el respeto a los derechos de los trabajadores y los ciudadanos. Consideramos como un acto ilegal de terror político toda medida que se tome en base a esta ley y que esté dirigida contra nuestro sindicato (Solidaridad), sus dirigentes y sus afiliados".A manera de conclusión, la dirección clandestina de Solidaridad llama a sus afiliados a no caer en la provocación, porque no podemos permitir que el adversario nos imponga el momento y el lugar de la batalla".
En una intervención, el pasado jueves, el portavoz del Gobierno, Jerzy Urban, declaró que después de la disolución de Solidaridad, tampoco su presidente, Lech Walesa, será puesto en libertad.
Por su parte, Rakowski declaró en su discurso de Lodz que, conforme a la nueva ley, "los sindicatos, neutralizados en virtud del estado de sitio, dejarán de existir".
El viceprimer ministro no excluyó que se produzcan enfrentamientos como consecuencia de la entrada en vigor de la nueva ley, pero apeló a la indulgencia de políticos y militantes sindicales para que den pruebas de "moderación y calma".
El malestar creado entre algunos diputados, que se consideran utilizados por el régimen para prohibir Solidaridad, con la impopularidad que ello entraña, hacía presagiar una, rápida aprobación del texto de ley y su entrada en vigor inmediatamente después de su aparición en el boletín oficial, tal vez el próximo martes. Ya ayer, un diputado independiente, el periodista y escritor Edmund Osmanczyk, anuncio que votará en contra.
La sesión de ayer comenzó con la presentación del proyecto de ley por su autor, Wlodzimierz Berutowicz, quien se felicitó de que la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) haya formulado meras precisiones sobre algún detalle de la ley. "Son acotaciones poco importantes", dijo Berutowicz, "que confirman lo correcto de la vía que hemos elegido para arreglar la cuestión del futuro sindicalismo en Polonia".
Francis Blanchard, director de la OIT, por su parte, y según informa la agencia France Presse desde Ginebra, se declaró "sorprendido" por las declaraciones de Berutowicz sobre la escasa relevancia de las acotaciones a la ley formuladas por la OIT, cuando, según Blanchard, las "apreciaciones más severas fueron en torno al artículo 52 de la ley, que suprime los antiguos sindicatos".
Los diputados iniciaron el examen del proyectó sobre agrupaciones de agricultores, que completa la ley sindical. Este documento prevé la defensa de los intereses de los agricultores privados por los círculos agrícolas, organizaciones oficiales que pasan a ser "independientes y autogestionadas", lo que implica la anulación de Solidaridad Rural. El primer orador fue Jozef Barecki, director de Rzeczpospolita, quien declaró que la nueva ley es una condición previa para el levantamiento del estado de sitio.
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