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Los sindicatos y la patronal alemana se oponen a una congelación salarial

Organizaciones sindicales y patronales de la República Federal de Alemania critican la proposición del nuevo ministro de Trabajo, Norbert Bluem, de congelar los salarios y las pensiones durante un período de seis meses.Para el ministro de Trabajo, la congelación de los salarios durante medio año aligeraría las cargas sociales de las empresas y las permitiría invertir y crear puestos de trabajos en un país que, en la actualidad, tiene un paro registrado de dos millones de trabajadores.

La iniciativa de Norbert Bluem ha sido contestada incluso por el nuevo canciller alemán, Helmut Kohl, quien, tras su primer encuentro con dirigentes sindicales, manifestó que su Gobierno aún no había estudiado el tema y, en cualquier caso, respetaría la política salarial, según informa France Presse.

Con esta declaración, los observadores políticos estiman que el canciller acepta el principio de no intervención del Estado en las negociaciones salariales, que culmina todos los años en acuerdo entre patronal y sindicatos. No obstante, el canciller anunció que en la situación económica actual del país serán necesarios "sacrificios".

El presidente de la Federación de Industria Alemana Federal (BDI), Rolph Rodenstock, afirmó el pasado miércoles que el proyecto del nuevo ministro de Trabajo podía tener efectos perturbadores en la marcha económica del país porque una congelación salarial provocaría un descenso en el consumo y, por tanto, una reducción de la actividad industrial. De todas formas, añadió en conferencia de Prensa, este tema se decidirá en el transcurso de las negociaciones salariales que patronos y sindicatos desarrollan todos los años sin intervención de los poderes públicos.

Los sindicatos alemanes han protagonizado en los últimos días los más violentos ataques verbales contra la iniciativa del ministro de Trabajo.

Ernst Breit, presidente de la Confederación de Sindicatos (DGB) ha calificado esta propuesta de innegociable y ha recordado que ni siquiera en los últimos dos años el poder adquisitivo de los salarios alemanes pudo mantenerse con los acuerdos salariales alcanzados entre trabajadores y empresarios.

No al dirigismo salarial

El ministro de Trabajo, tras los duros ataques de patronal y sindicatos a su propuesta, se ha defendido advirtiendo que no es su intención realizar una política dirigista en materia salarial. Su iniciativa la califica de llamada a la razón que lanza a las partes sociales tras estimar que los seis primeros meses del próximo año serán un período test, que permitirá juzgar el sentido solidario de los agentes sociales frente a las dificultades económicas que atraviesa la República Federal de Alemania, el paro en particular.Por otra parte, Norbert Bluem confía en poder alargar las prestaciones sociales a los obreros en paro por un período igual al que ellos hayan cotizado. El ministro de Trabajo estima que una pausa en la política social se hace necesaria si se quiere evitar, al final, el propio desmantelamiento del sistema de protección social.

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