Insistentes rumores de crisis política inminente en Portugal

La presidencia de la República portuguesa publicó el lunes un comunicado negando cualquier fundamento a la noticia divulgada por la radio del Episcopado luso y según la cual el presidente Eanes anunciaría el viernes la dimisión de Francisco Pinto Balsemáo del cargo de primer ministro.La nota oficial y las declaraciones de dirigentes de la coalición gubernamental, calificando de inverosímil semejante decisión del jefe del Estado, no han disipado completamente el malestar creado en los medios políticos

Desde la promulgación, hace diez días, por el general Eanes del texto de revisión constitucional, los estados mayores políticos viven pendientes de una declaración pública del jefe del Estado, que había prometido explicar al pueblo portugués las razones de sus más recientes decisiones y su punto de vista sobre la situación política y económica nacional.

Pero el 5 de octubre, fiesta nacional portuguesa, aniversario de la implantación de la República en 1910, señalada como la fecha más probable para la esperada intervención presidencial, fue celebrado ayer sin novedades.

El primer ministro, en visita oficial a Canadá, y el viceprimer ministro, que se encontraba ayer, en su calidad de presidente de la Unión Europea de las Democracias Cristianas, con el nuevo canciller alemán, Helmut Kohl, estuvieron ausentes de las conmemoraciones oficiales, pero regresan hoy a la capital portuguesa para la reapertura del Parlamento.

Los dirigentes de la mayoría afirman estar convencidos de que el presidente Eanes no se arriesgará a provocar una crisis política en el preciso momento en que el Parlamento se prepara a ultimar la revisión constitucional, con la aprobación de las leyes de Defensa Nacional, y del Tribunal Constitucional, y subrayan la proximidad de la campaña electoral para las elecciones municipales de diciembre.

El semanario Expresso, del que el primer ministro es eÍl principal accionista, habla de nuevo del creciente aislamiento de Pinto Balsemáo" en su propio partido, en el Gobierno y dentro de la mayoría.

Se atribuye al líder de los democristianos, Freitas do Amaral, y al dirigente socialdemócrata, Marcelo Rebeló de Sousa, que acaban de anunciar su intención de abandonar la vida política -y sus cargos en el Gobierno- en enero próximo, el proyecto de "repetir, a la inversa, la misma operación política realizada por Adolfo Suárez" en España. O sea, abandonar la actual coalición para intentar la creación de un nuevo partido político de centro, sobre el modelo de la UCD.

No le faltan al presidente Eanes pretextos para destituir al Gobierno, y lo más probable es que la opinión pública aceptara sin graves problemas una decisión en este sentido: el sentímiento dominante es que hay que hacer algo y que cualquier solución es preferible al inmovilismo que parece haberse apoderado de la clase dirigente.