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El 28 de octubre, elecciones legislativas

Al duque le habría gustado ser presidente de Estados Unidos

"Me hubiese gustado ser presidente de Estados Unidos por las posibilidades de hacer cosas que eso tiene". Un Adolfo Suárez en sus mejores horas, las de la madrugada, relajado y bromista, se despedía, en la noche del lunes, de la precampaña en Madrid, cenando con dos centenares de catedráticos, profesores de universidad y escritores, la mayor parte de ellos Incondicionales del suarismo.Y, sin embargo, pese a este deseo, el duque no tiene, aparentemente, la mejor impresión de los jefes de Estado norteamericanos: "Alguno de ellos, en España, no hubiese llegado ni a jefe de negociado". Los políticos españoles", opinó, "son tan buenos o mejores que los europeos, pero en España se carece de rodaje e infraestructura. El ex canciller alemán, Schmidt, por ejemplo, pedía cualquier informe y lo tenía en dos minutos. Cuando yo estaba en la Moncloa, pedía un informe sobre el Zaire y cuando me lo traían ya habían pasado por allí cuatro o cinco revoluciones".

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No sabía idiomas

Suárez reconoció que había iniciado su primer viaje por Europa, como jefe de Gobierno, muy acomplejado: "No sólo no sabía idiomas, sino que, además, era de Cebreros". Pero pronto se tranquilizó al comprobar el bajo nivel de algunos de sus colegas de la CEE.

No se recató en la 'autocrítica'. Asi, reconoció como "un error, un inmenso error", el haber nombrado a cierto ministro de Cultura. Y, acerca de un líder -tampoco citado expresamente- de derechas, conocido por la profusión y erudición de sus citas en los discursos parlamentarios, Suárez hizo notar la sospechosa coincidencia de la mayor parte de tales citas con las contenidas en un libro de frases célebres para toda ocasión, a la venta en EE.UU. Sobre su paso por el Gobierno, opinó que sus problemas habrían acabado "si hubiese podido tener cuatrocientos ministros, pero eso no hubiese estado bien visto...".

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Alegre, fumador incesante de Cohibas -Fidel Castro le acaba de enviar diez cajas-, Suárez no torció el gesto cuando un comensal inició una pregunta diciendo: "Señor Suárez, cuando usted vuelva a ser presidente...".

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