"Erradicar el terrorismo exige unidad entre los Estados democráticos", según Rosón

"En la medida en que el Gobierno francés entienda, como parece que está entendiendo, que el terrorismo exige la unidad entre los estados democráticos para su erradicación, habremos dado un paso positivo" declaró ayer tarde el ministro del Interior, Juan José Rosón, tras el acto de inauguración de la nueva sede de la Jefatura del Cuerpo Superior de Policía de Pamplona a propósito de las medidas anunciadas por el Gobierno francés sobre el terrorismo. El ministro visitó ayer unidades policiales de Navarra y del País Vasco. Para el ministro del Interior, "en tanto la preocupación francesa sea única y exclusivamente referida al terrorismo en su territorio, no obtendremos ningún tipo de beneficio".

Por otra parte, Rosón consideró muy positivo el hecho de que un grupo armado hubiese abandonado la violencia "porque, lógicamente, eso conduce a un camino de pacificación". "Aquí", comentó, "hay una voluntad de abandonar la lucha armada por una serie de consideraciones. En primer lugar, está la convicción de que ya no tiene objeto; en segundo lugar, por el aislamiento social en estas provincias a los terroristas, y, por último, por el rechazo, ya efectivo, que hay por parte de la población hacia la violencia. Esta ha sido una decisión adoptada por un grupo de personas y debe ser contemplada satisfactoriamente"Como tal decisión", añadió Rosón, "no es fruto ni consecuencia de ningún precio. Es una puerta abierta a la esperanza, pero esa esperanza no puede hacernos olvidar que tenemos otros problemas que no son precisamente, ya de modo afortunado, ETA VII-Asamblea". "Lo que tenemos que hacer entre todos", prosiguió el ministro del Interior, "es acorralar, desde la policía hasta la sociedad, y en definitiva el Estado, a aquellos que pretenden continuar su lucha violenta",

Durante el acto de inauguración del nuevo edificio de la Jefatura Superior de Policía de Pamplona, el ministro del Interior recalcó el hecho de que "sin seguridad, sin policía, sin orden, un pueblo no podrá alcanzar jamás la suprema condición política de Estado; sería una simple horda. Mucho más en un país como el nuestro, que ha tenido que dar un salto de siglos en la historia para apresar el futuro en busca de una identidad perdida".