Los 'verdes' triunfadores e intransigentes
Los únicos vencedores de las elecciones de Hesse, los verdes (ecologistas y radicales), que pasaron desde un 2% hasta un 8% de votos, se muestran intransigentes en sus posiciones ideológicas: sólo negociarán con los socialdemócratas si se para el rearme atómico y el desarrollo de los reactores nucleares.Con el triunfo de Hesse, los verdes están representados en cinco Parlamentos de Estados federados y en Berlín Oeste. Los verdes superan a los liberales en los Parlamentos de Hamburgo, Baja Sajonia, Hesse y Berlín Oeste, y llevan camino de convertirse en la tercera fuerza política de la República Federal de Alemania, el verdadero partido bisagra. Los verdes no tienen interés en jugar el papel de bisagra, y así lo dejaron claro en una conferencia de Prensa ayer en Bonn: "No nos interesa ser la piedrecita que inclina la balanza hacia un lado u otro, sino que queremos discutir sobre los contenidos políticos de nuestro programa".
Los verdes, un movimiento más que un partido en el sentido clásico, son un conglomerado de pacifistas, ecologistas, feministas y radicales, que podría encajar bajo el lema general de una contracultura alternativa. En la campaña electoral de Hesse, los verdes tuvieron que afrontar las denuncias de los partidos del sistema. Los democristianos les acusaban de ser la quinta columna de Moscú; los liberales, de querer acabar con la democracia estar inspirados por el lider libio Gadafi; el socialdemócrata Holger Boerner, jefe de Gobierno y líder del partido de Hesse, compara a los verdes con los nazis y llegó a decir que "en mis tiempos de albañil, con esta gente se discutía a tablonazos", cuando un grupo le abucheó durante un mitin. Los verdes parecen haber hecho suyo el eslogan Seamos realistas y exijamos lo imposible, y no parecen dispuestos a ceder en sus principios.
Ayer, en Bonn, dejaron claro que sólo están dispuestos a mantener conversaciones si los socialdemócratas están dispuestos a aproximarse a ellos. Los verdes exigen una renuncia total al armamento atómico y a la construcción de nuevas centrales nucleares.
Los verdes han conseguido en Hesse lo mismo que hace tres meses en Hamburgo: que no haya una mayoría capaz de gobernar. Genscher y Kohl buscaban una nueva mayoría y puede que se cilcuentren con la que no buscaban: una mayoría verdirroja.
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