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Sin novedad en el frente vanguardista

Unas palabras de Jordi Marquer, director general de Música, Teatro y Cinema de la Generalitat, inauguraron oficialmente las Jornades Internacionals de Nova Música, certamen que durante los días 21 al 29 de septiembre desarrollará en Sitges, y esporádicamente en Barcelona, una serie de actos en los que se contemplarán las fundamentales cuestiones de orden funcional, técnico y estético, vinculadas a la creación musical contemporánea.Previamente, en la propia sesión inaugural, Rosa María Malet, directora en funciones de la Fundació Joan Miró; Antoni Sabat, jefe del Servei de la Música de la Generalitat, y el compositor Josep María Mestres-Quadreny expusieron sucintamente el significado de la muestra y los objetivos culturales que se pretenden alcanzar con ella, así como del sentido de los actos que integran las jornadas. Seguidamente, el conjunto denominado Ensemble 13, de Baden Baden (República Federal de Alemania), estrenó Seiltanz szenisches Abenteuer, de Hans-Joachim Hespos, página que los sueltos de la propaganda previa calificaban de "obra sorprendente por su concepción y escenificación".

I Jornades Internacionals de Nova Música (Primeras jornadas internacionales de nueva música)

Actuación de Ensemble 13. Estreno de 'Seiltanz szenisches Abenteuer', de Hans-Joachim Hespos.Fundaciò Joan Miró. Barcelona, 21 de septiembre de 1982

El concierto burgués

Adelanto que de sorprendente, nada, ni por el idearlo (la concepción), ni por su pretendida acción. Se trata, en suma, de una cuenta más del rosario de desmitificaciones del concierto, tan prodigadas últimamente, con su inevitable carga de denuncia social, agravada ahora por una pobre y desangelada acción, carente de la más elemental fantasía. De escenificación, igualmente nada.Entendemos que la esclerótica institución del concierto burgués, con su programación clásica, romántica y con la machacona proliferación de páginas de Albinoni y de toda la caterva de profetas menores del barroco, pide un revulsivo, a fin de remozar su caduca estructura.

Métodos, recetas y efectos

Pero, desde luego, la solución no nos la dan obras como la citada, que repiten hasta la saciedad los métodos, recetas y efectos, ya convertidos en tópicos, que se han venido prodigando desde hace más de treinta años, como son el empleo contra-natura (o si se prefiere, desnaturalizado) de los instrumentos; muecas, gritos y susurros de los instrumentistas y cambios de posición y de situación de éstos, dentro de lo que podemos denominar el espacio escénico.En éste figuraba, por cierto, un enorme prisma de acero de cuatro caras, una de las cuales es perforada durante la audición con un soplete de oxígeno, con lo que se logra la evasión (¿qué digo?, ¡la liberación!) de un hombre, que seguidamente se integra al conjunto instrumental. La operación de fuga y la audición musical, dentro del régimen -naturalmente- de la más pura aleatoriedad, se desarrollan en el curso de una hora y quince minutos sin interrupción. Toda una cota.

La obra de Hespos, sin imaginación teatral, sin novedad, y lo que es peor, sin creatividad musical, no nos ha aleccionado ni enriquecido, ni divertido, y, desde luego, no creo que haya sorprendido a nadie de la paciente y resignada audiencia que acudió a la Fundaciò Miró.

Dirigida por Manfred Reichert y escrita a petición de éste, fue interpretada por Hanns-Wilhelm Goetzke (saxofón), Wolfgang Meyer (clarinete), Reinhold Friedrich (trompeta), Uwe Dierksen, Hartmut Friedrich (trombones), Stefan Bender (tuba), Sigismund Schwieger (contrabajo), Urik Spies (percusión) y Peter Wagenbreth (actor).

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