Miguel Ríos denuncia maniobras contra el 'rock' a raíz de la suspensión de su concierto en Oviedo

Miguel Ríos, que pasó toda la noche del pasado martes y la mañana de ayer detenido en la comisaría de Oviedo, fue puesto en libertad a primeras horas de la tarde de ayer por decisión del juez tras prestar declaración en el juzgado de primera instancia nº 3 de Oviedo. El cantante justificó su decisión de suspender el concierto de la plaza de toros de la capital asturiana, por la falta de seguridad motivada por la lluvia. Miguel Ríos calificó la actuación de los medios oficiales de Oviedo como "un intento de cargarse el rock y de hacer propaganda política".

"La cuestión está", agregó, "en que se debió cubrir el instrumental con lonas y no se hizo. Una vez mojados los aparatos, hay que esperar a que se sequen, porque, de lo contrario, podía haberse quedado frito todo el equipo". Como consecuencia de esta negativa del intérprete de rock a actuar se produjeron en la noche del martes graves incidentes de orden público en la calles e Oviedo con roturas de lunas y señales de tráfico y fuertes enfrentamientos de jóvenes con la policía, en los que se registraron siete heridos. (Véase la segunda edición de EL PAIS de ayer).El cantante rockero pasé la noche en comisaría denunciado por supuesto incumplimiento del contrato suscrito con la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF) y permaneció hasta mediodía de ayer detenido en las dependencias policiales en espera del dictamen solicitado a la Dirección Provincial de Industria sobre las condiciones técnicas de las instalaciones para unirlo a las diligencias. Entre las llamadas de solidaridad que el cantante recibió en comisaría preocupándose por su situación destacan las del vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, la del consejero de Cultura del gobierno regional de Asturias, Antonio Masip, las de los artistas Ana Belén, Víctor Manuel y Joan Manuel Serrat, y la de un representante de Amnistía Internacional.

Miguel Ríos afirmó que se siente disgustado por no haber podido ofrecer un concierto completo, con láser y vídeo. "Espero que la gente se dé cuenta de que el más frustrado he sido yo. Ahora, que no me digan que los Rolling Stones actuaron en Madrid con lluvia, porque trabajamos con unos aparatos bastante peores que los suyos".

En una conferencia de Prensa celebrada ayer en Oviedo, Miguel Ríos aseguró que a las siete de la tarde del martes había acordado con la SOF la suspensión del espectáculo y puso como testigo de ello al jefe superior de Policía de Asturias. Añadió: "No puedo ser yo el responsable de los desórdenes públicos ocurridos, sino quienes retrasaron la difusión de dicha información". En su opinión todo lo ocurrido refleja un intento político de cargarse el rock.

Agregó que la SOF había incumplido varias claúsulas del contrato y que él no había querido actuar sin vídeo y sin rayo láser porque está decidido a trabajar con dignidad por respeto al público al que no se le deben seguir ofreciendo espectáculos tercermundistas. Antonio Landeta, presidente de la SOF, manifestó que la negativa de Miguel Ríos a actuar era incomprensible. "El cantante no apareció en la plaza hasta las seis de la tarde, y desde los mismos toriles dijo que suspendería el recital -porque la lluvia suponía un riesgo para su equipo". La SOF lamenta suspensión del concierto y agradece a las fuerzas del orden público la colaboración prestada para "evitar mayores daños".