Comienza la Asamblea General de la ONU en un clima de crisis internacional.

Los 153 Estados miembros de las Naciones Unidas iniciaron ayer su 3711 Asamblea General, en Nueva York, en medio de un mundo en crisis, marcado por el conflicto árabe-israelí, la dramática situación de Líbano, la continuidad de la guerra entre Irán e Irak, las tensiones en Polonia, el endeudamiento de la mayoría de países en vías de desarrollo y la espera de nuevos signos de distensión entre Estados Unidos y la Unión Soviética. España hablará el día 28 ante la Asamblea.

El informe del secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, intenta estimular el papel de una organización destinada a preservar la paz y la concordia entre los Estados, que cada vez es más incapaz de cumplir la misión encomendada en la carta de las Naciones Unidas.Potenciar el Consejo de Seguridad, cuyas resoluciones llegan casi siempre tarde y sin efecto alguno para los países afectados (Israel hace caso omiso de las condenas por su actuación en Líbano, igual que la UR SS en relación con Afganistán), es una de las prioridades marcadas por el nuevo secretario general.

A lo largo de los próximos tres meses desfilarán ante la Asamblea General unos sesenta ministros de Asuntos Exteriores y varios primeros ministros y jefes de Estado. El temario será, con escasas variantes, el mismo que en años anteriores. El histórico litigio árabe-israelí, la presencia soviética en Afganistán, la situación en Camboya y la degradación de la situación económica en el Tercer Mundo.

Entre los tenores de la Asamblea destacarán los ministros de Asuntos Exteriores de EE UU y la URSS, George Shultz y Andrei Gromiko, respectivamente, más por su reunión bilateral (el 28 de septiembre), que por sus discursos clásicos ante la Asamblea. El presidente de Brasil, Joâo Figueiredo; el primer ministro de Francia, Pierre Mauroy, y el príncipe camboyano, Norodom Sihanuk, comparecerán también ante la 37ª Asamblea General de la ONU.

El ministro español de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca hablará ante la Asamblea el 28 de septiembre. Pérez-Llorca tiene prevista una intensa actividad de entrevistas bilaterales durante su semana de estancia en Nueva York, antes de trasladarse a Montreal, el 2 y 3 de octubre, para participar en una sesión informal de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN.

Como asuntos inéditos de esa Asamblea destacan el planteamiento por vez primera del caso de Puerto Rico, Estado asociado a Estados Unidos, que surgirá como un tema de descolonización, con gran preocupación por parte de Washington.