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La situación política interna no afecta a las conversaciones para la integración militar de España en la OTAN

Soledad Gallego-Díaz

Las conversaciones sobre las modalidades de integración de España en la estructura militar de la Alianza Atlántica siguen su ritmo normal y no se ven afectadas por la situación política interna española ni por el proceso electoral, según fuentes autorizadas de Bruselas. El recién nombrado representante permanente de España en el Consejo Atlántico, Javier Rupérez, interrogado por EL PAIS, se negó a comentar si estas conversaciones podrían llegar a un resultado concreto antes de las elecciones generales del 28 de octubre próximo.

Hasta el momento, se ha celebrado ya una ronda de negociaciones, y la segunda tendrá lugar el próximo 5 de octubre en Bruselas. Según todas las fuentes consultadas, ninguna de las dos partes ha adoptado todavía compromisos, ni siquiera provisionales. Sólo asuntos que no exigen ningún tipo de compromisos, como el informe sobre la dotación presupuestaria de las Fuerzas Armadas españolas, o la respuesta al voluminoso cuestionario que están obligadas a contestar anualmente las Fuerzas Armadas de los países miembros de la OTAN, están ya cerrados.

Las conversaciones exploratorias se centran ahora sobre los temas clave de la integración militar española: definición de la amenaza de que es objeto España, estructura de mandos (es decir, dependencia de uno o de otro de los mandos existentes, Saclat o Atlántico y Saceur o Europeo), papeles y misiones a cubrir por los ejércitos españoles y asignación de unidades y relación entre los mandos nacionales y los mandos OTAN, o lo que se denomina tradicionalmente mandos de doble gorra.

Aunque tanto por parte de la delegación española como por parte de la OTAN se mantiene un absoluto mutismo sobre las diferentes opciones que se barajan y las posiciones respectivas (en el caso de la Alianza la opacidad informativa llega hasta el absurdo extremo de negarse siquiera a confirmar la existencia de las reuniones), en medios oficiosos se estima que el Gobierno español desea dar un tratamiento global a estos problemas, de forma, por ejemplo, que se llegue simultáneamente a compromiso sobre la atribución de fuerzas y sobre la estructura de mandos. En los mismos medios se señalaba que, en cuanto a la utilización aliada del territorio o instalaciones españolas, como el polígono de tiro de Las Bárdenas Reales, los negociadores españoles podrían estar interesados en la firma de acuerdos bilaterales con los países aliados que lo deseen, en lugar de fijar acuerdos de utilización OTAN.

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En cuanto id ritmo y calendario de las negociaciones, si se tienen en consideración experiencias anteriores -aunque alejadas en el tiempo, como la integración militar alemana o griega- debería poder afirmarse que no es posible materialmente Regar a acuerdos o compromisos antes de las próximas elecciones españolas.

Del lado español puede afirmarse que existen en este momento dos preocupaciones predominantes: evitar que estas conversaciones para la integración militar de España se conviertan en un elemento de la campaña electoral y evitar también que se produzca un retraso. Si se puede llegar a compromisos próximamente -parece ser la filosofía del Gobierno español- no hay motivo para posponerlos dado, además., que cualquier Gobierno posterior puede -teóricamente- anularlos o renegociarlos.

Si los socialistas ganasen las elecciones del próximo día 28 de octubre y, en consecuencia, dirigieran el Gobierno, crearían una secretaría de Estado para la cooperación internacional. Así lo dejó entender claramente el dirigente del PSOE Luis Yáñez, en París, donde los dos últimos días mantuvo conversaciones con los responsables socialistas franceses. Estos últimos y Yáñez también hablaron del contencioso España-Alianza Atlántica, tema sobre el que no se manifiestan de igual manera, informa Feliciano Fidalgo.

El responsable del PSOE mantuvo otros contactos con dirigentes galos. "El tema España-OTAN es seguido muy de cerca por los socialistas franceses", dijo Yáñez. Es posible afirmar que incluso manifiestan cierta preocupación al considerar las intenciones del PSOE, de poner en entredicho la pertenencia de España a la Alianza Atlántica. Con mucha prudencia, "porque es una cuestión que concierne al pueblo español", el primer secretario del Partido Socialista (PS), Lionel Jospin, dijo el domingo último que sus colegas hispanos son dueños de sus decisiones, aunque sean contrarias a su estrategia.

Yáñez evocó en París las presiones actuales de los dirigentes centristas de Madrid, en Bruselas, para acelerar las negociaciones entre España y la Alianza Atlantica. Se declaró tranquilo "porque los dirigentes de la Organización Atlántica creo que consideran más sensato esperar a los resultados del día 28".

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