El obispo de Pamplona espera efectos positivos del amejoramiento del fuero de Navarra

"Como vuestro obispo, pido al Señor, por intercesión de Santa María la Real, que el amejoramiento de nuestro fuero se convierta en un bien para todos los navarros", dijo ayer el arzobispo de Pamplona, José María Cirarda, en la homilía pronunciada en la catedral de esta ciudad.

Con motivo de la tradicional ofrenda que la Diputación Foral hace a santa María la Real, en conmemoración de su coronación canónica, el presidente de la Diputación Foral, Juan Manuel Arza, leyó la tradicional fórmula de la ofrenda, en la que se presenta "el tributo material y el de la devoción fervorosa de esta tierra tuya, para su gloria y esplendor del culto de tu imagen y bien de nuestras almas". Terminó la ofrenda con el grito, pronuncia do tres veces, de "Navarra por santa María la Real", e hizo entrega del donativo de la Diputación, en una urna de plata de las utilizadas por las antiguas Cortes del reino para las insaculaciones. El arzobispo contestó subrayando que "Navarra vive hoy dos acontecimientos singulares de especial relieve: el comienzo de la aplicación de la llamada ley de amejoramiento de nuestro fuero y las vísperas de la próxima visita del papa Juan Pablo II a nuestra tierra". También pidió a Santa María la Real por el Papa Juan Pablo II, "para que sea su visita para nosotros gracia que fortalezca y confirme nuestra fe cristiana secular, gracia que avive nuestra esperanza, gracia que nos aúne a todos, sin que las diferencias entre unos y otros lo impidan, con vínculos de amor fraternal operantes en la construcción de una Navarra siempre mejor, más justa, más humana y más cristiana".