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La política exterior de UCD

En Madrid se anunció la disolución anticipada de las Cortes. Se convocan las elecciones parlamentarias para el 28 de octubre. Esa decisión no fue ninguna sorpresa en la capital española.En los dieciocho meses de gobierno de Calvo Sotelo, el Gabinete centrista ha demostrado su incapacidad para resolver los agudos problemas que se le plantean. Crecen las dificultades económicas, el desempleo ha superado el tope de dos millones, se observa un brusco descenso de los negocios, la producción se estanca y hay inflación. Pese a todos los esfuerzos de las autoridades no se logra contrarrestar la ola del terrorismo político: se han activado los extremistas tanto de derecha como de izquierda.

El Gobierno de Calvo Sotelo ha sufrido varios percances también en política exterior. El ingreso en la OTAN no ha reportado los dividendos apetecidos. El Gobierno adoptó esa decisión que no corresponde a la voluntad de la mayoría de los españoles y bajo fuertes presiones de la Administración norteamericana. Se ha concluido el nuevo convenio "defensivo" España-Estados Unidos, que en muchos aspectos menoscaba la soberanía nacional.

El Gabinete centrista ha adoptado una posición ambigua en cuanto a un problema tan importante como el emplazamiento de nuevos misiles nucleares norteamericanos en territorio español. La próxima integración a la estructura militar de la OTAN agudiza las relaciones con los vecinos: Portugal y Francia, que se preocupan por el posible incremento de la presencia militar estadounidense en los Pirineos. Se frena fa admisión de España a la Comunidad Económica Europea, porque el Reino Unido y Francia temen que les haga competencia en el sector agrícola. No se ha hecho prácticamente nada para recuperar Gibraltar, colonia británica en territorio español.

La reputación del partido gobernante (Unión de Centro Democrático), su prestigio y eficacia, como confesó el propio Calvo Sotelo, están a un nivel tan bajo que no se han podido conservar "las apariencias de una actividad parlamentaria normal". En los últimos meses ha habido una verdadera fuga de miembros de la fración parlamentaria de UCD, y sus protagonistas más influyentes la abandonaron, pasando tanto a la derecha como a la izquierda, aumentando la descomposición interna de este partido. Nuevas agrupaciones políticas surgen a costa de las pérdidas de UCD, que sufrió graves derrotas electorales en Galicia y Andalucía.

En este contexto, la política exterior e interna, que postula la fuerza principal de la oposición -el Partido Socialista Obrero Español-, cada vez se convierte en una alternativa al actual rumbo de UCD.

Los círculos reaccionarios, tanto en España como en el exterior, se dan cuenta que una gran parte del electorado espera que, de asumir el poder los socialistas, se produzcan cambios positivos en la vida interna del país y en su política internacional. Por ejemplo, el PSOE plantea la necesidad de convocar un referéndum, para que todos los españoles expresen su opinión definitiva acerca de si al país le conviene o no pertenecer a la organización política y militar de la OTAN.

No es de extrañar que los dirigentes del bloque del Atlántico Norte, en primer lugar, Estados Unidos, traten hoy de bloquear por algún medio el desarrollo indeseable para ellos de los acontecimientos en España. Ya se hizo público el llamamiento, procedente del Estado Mayor de la OTAN, y también de Washington, de "aplazar" el inicio de las conversaciones sobre las condiciones concretas de la participación de España en ese bloque militar occidental. Por los canales no oficiales, a las autoridades madrileñas se les hacen indirectas en el sentido de que, en caso del triunfo electoral socialista en octubre, España podría convertirse en "persona no grata" para la .comunidad atlántica". De ser así, no valdrá la pena prestar una considerable "ayuda militar" a un socio "inseguro"...

El triunfo de los socialistas podría crear las premisas para que España siga un rumbo independiente en política exterior, como aconteció en Atenas después del triunfo de los socialistas. En Washington temen que ello "acarree consecuencias políticas y estratégicas negativas" para el flanco sur de la OTAN. Hay que tomar en cuenta todas esas consideraciones al analizar la situación internacional en tomo a España, pese a las declaraciones hipócritas que hacen los líderes de la OTAN de que en "España se respeta la opción de los electores españoles".

No cabe duda que los centristas lanzarán en su campaña electoral las consignas de "fidelidad a la OTAN", de que "España es parte del mundo occidental" y tratarán de intimidar a los electores con la "amenaza de la desestabilización geopolítica" en caso de su derrota y el triunfo de los socialistas. Si los centristas triunfan el 28 de octubre, su "orientación proatlántica agravará los problemas que aborda España.

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