El programa del PCE no contempla la nacionalización de la banca privada y sí los sectores básicos de la energía
El programa electoral del Partido Comunista de España, calificado ayer por Santiago Carrillo como "responsable", no contempla la nacionalización de la banca y si la de los sectores básicos de la energía Propone asimismo la sustitución de la Ley General de Educación por una ley de bases, la elevación en un 10% de los presupuestos de la enseñanza y el control de las subvenciones a los centros privados.
El secretario general comunista dió a entender que el programa de su partido podría ser convergente con el del PSOE si este partido aceptara la constitución, tras el 28 de octubre, de una mayoría parlamentaria -que no supone intención alguna de participación en el Gobierno-, en la que también podría integrarse la burguesía progresista (presumiblemente concretizada en el partido de Suárez).Nicolás Sartorius hizo un repaso exhaustivo de los diversos capítulos del programa comunista (del que ya publicó EL PAIS un resumen el jueves), en el que se recoge un completo plan contra el desempleo a cuatro años, que asume todos los planteamientos al respecto de CC OO. Se plantea en el mismo la necesidad de que se cree un fondo especial contra el paro de 300.000 millones de pesetas cada año, "que puede generar", afirmó Sartorius, "100.000 nuevos puestos de trabajo".
Otros tantos puestos podrían crearse, según el programa del PCE, con medidas como la reducción en un 75%. de los pagos a la Seguridad Social y financiación de un millón de pesetas a cada pequeña o mediana empresa que cree empleo fijo, y la jubilación voluntaria a los sesenta años a partir del año 1987 (64 años en 1983). Plantea también el programa comunista la potenciación del sector público haciéndolo rentable, lo que debe suponer la derogación del decreto-ley de reconversión industrial. Dentro del sector público el PCE propone la creación de un consejo rector, similar al de RTVE, con participación de las fuerzas parlamentarias y sociales.
Solidaridad contra el paro
Asimismo plantea el PCE la necesaria puesta en marcha, previo acuerdo legislativo, de un plan de solidaridad contra el paro que podría afrontarse con un aumento anual de un punto con respecto a la actual presión fiscal, la potenciación de la banca pública, la revisión de los créditos oficiales y el control del crédito financiero de la banca privada a través incluso de los instrumentos sancionadores del Banco de España, a fin de que contribuya a esa política de empleo. "Si la banca privada no contribuye a ese plan de reducción del paro", dijo Sartorius, "no descartamos la nacionalización".
La lucha contra el fraude fiscal es también abordada por el programa del PCE, en el que se considera indispensable la implantación del IVA (impuesto -sobre el valor añadido), la racionalización del gasto público y la profundización de la reforma fiscal, gravando las rentas más altas y aumentando la imposición directa. Se pronuncia el programa por el aumento de la deuda pública exterior e interior, sin creación de dinero.
Por lo que se refiere a la política salarial, el PCE oferta la elevación del salario mínimo interprofesional a 37.000 pesetas, con una revisión semestral sobre el coste de la vida. En relación directa con las mejoras salariales el programa comunista prevee medidas políticas para el control de los precios del gas, gasolina y electricidad; la revalorización de, las pensiones y su progresiva equiparación con el salario mínimo y el aumento de la pensión social (actualmente de 5.000 pesetas) a 11.000 pesetas. En el capítulo de las percepciones del seguro de desempleo, el PCE considera indispensable aumentar el plazo mínimo a 12 meses, para quienes hayan cotizado al menos seis meses, y un plazo complementario de doce meses más para los cabezas de familia. En línea con lo anterior los comunistas plantean derogar la Ley Básica de Empleo.
En el capítulo referido a la política sanitaria, el PCE se pronuncia por el control sindical de la Seguridad Social, el incremento del 20% en la aportación del Estado a la misma y, la recaudación de la deuda al Estado. Los comunistas se declaran, en el campo de los medios de comunicación, contrarios a la TV privada y favorables al control riguroso de RTVE y de la agencia Efe.
Pocas sorpresas ofrecen las candidaturas del PCE aprobadas ayer por el Comité Central. A los nombres ya ofrecidos en días pasados (ver EL PAIS, del jueves) cabe añadir los de Antonio Palomares, Emérito Bono y Amando Garcia, que integran la cabecera de lista en Valencia, y los de Horacio Fernandez Inguanzo y Aurora Puente abriendo la candidatura de Asturias. Ignacio Latierro, Tomás Tueros y Mikel Kamio son los primeros candidatos al Congreso por Guipúzcoa, Vizcaya y Alava.
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