Severo Ochoa y Xavier Zubiri comparten el Premio Santiago Ramón y Cajal

El biólogo y premio nobel Severo Ochoa y el filósofo Xavier Zubiri han compartido el Premio Santiago Ramón y Cajal, dotado con diez millones de pesetas, que fue fallado, en su primera edición, en la noche del pasado martes, por un jurado presidido por el ministro de Educación y Ciencia.El Premio Ramón y Cajal, convocado por primera vez este año por el Ministerio de Educación y Ciencia, está destinado a premiar la labor de un investigador nacido en España, independientemente de dónde haya desarrollado su trabajo, y su dotación económica le convierte en el más importante entre los escasos destinados a premiar la labor científica en nuestro país. La entrega de los premios está previsto que se realice, coincidiendo con el aniversario de la muerte de Ramón y Cajal, el próximo 17 de octubre.

El asturiano Severo Ochoa, que obtuvo el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1959 por la síntesis del ácido desoxirribonucleico, tiene en la actualidad 77 años, mientras que Xavier Zubiri, figura filosófica de la generación del 27, cuenta con 83 años de edad.

Severo Ochoa se encuentra actualmente en Estados Unidos, donde vive desde 1940, aunque desde hace unos años dirige también el Instituto de Biología Molecular de la Universidad Autónoma de Madrid. Se ha manifestado en repetidas ocasiones gran admirador de Ramón y Cajal. Recientemente afirmó que la investigación en el área oficial en España debe quedar bajo el patrocinio directo de la Corona, y se debe proceder a una reorganización a fondo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Xavier Zubiri está considerado como un pensador original en el campo de la filosofía, poseedor, además, de una vasta erudición. Nació en San Sebastián y estudió con Ortega y Gasset y también con Heidegger. Se ordenó sacerdote y posteriormente pidió la reducción al estado laical y contrajo matrimonio con Carmen Castro, hija del historiador Américo Castro. Obras fundamentales suyas son Naturaleza, Historia, Dios (1944), Sobre la esencia (1962) y Cinco, lecciones de filosofía (1963). Ha dictado numerosos cursos de filosofía, y en 1980 presentó su último libro, Inteligencia sentiente.

El jurado del Premio Ramón y Cajal propuso al Ministerio de Educación y Ciencia la creación de otros dos premios, cada uno de ellos con igual dotación de diez millones de pesetas y carácter también anual, que llevarían los nombres de Ramón Menétidez Pidal y Leonardo Torres Quevedo, y que estarían destinados a premiar a investigadores españoles en el terreno de las ciencias humanas y de las ciencias técnicas, respectivamente.