Más de 50.000 personas celebraron la 'Diada' en las calles de Barcelona

Setenta mil personas -50.000 según la guardia urbana- participaron ayer tarde en Barcelona en la manifestación convocada para conmemorar la Diada del 11 de septiembre, fiesta nacional de Cataluña, en un clima de total confusión y ausencia de unidad. Las discrepancias existentes entre los partidos catalanes respecto a la LOAPA llegaron incluso a impedir que se desplegara la pancarta unitaria que debía presidir la manifestación.

Durante la marcha se produjeron fuertes enfrentamientos verbales y físicos, al asaltar unas cien personas pertenecientes a grupos independentistas el cortejo que formaban los seguidores del PSC-PSOE. A los gritos de "independencia" y "sois unos vendidos a la UCD", los socialistas respondían con vivas "a Cataluña socialista". Explosivos de feria y una grave tensión, que obligaron a intervenir a la Policía Municipal, interrumpieron durante varios minutos el normal desarrollo de la marcha.Se trataba en realidad de dos manifestaciones. Un convocada por las entidades agrupadas en torno a la Crida (llamamiento) en favor de la lengua, la cultura y la nación catalana, que contó con el apoyo de grupos extraparlamentarios y del Partit deis Comunistes de Catalunya (PCC). La segunda estaba organizada por los partidos parlamentarios y centrales sindicales, aunque en el último momento, Esquerra Republicana de Cataluña optó por desfilar separadamente y entre los dos cortejos. La manifestación de la Crida partió en primer lugar.

La cabeza de la manifestación parlamentaria, que debía desfilar a continuación no llegó a formarse, al optar los dirigentes de Convergencia Democrática por constituir su propio cortejo, detrás de una pancarta del partido que condenaba la LOAPA. Después de una agria discusión de los dirigentes de los demás partidos convocantes se decidió desfilar sin la pancarta unitaria.

Una pancarta con el texto "Som una nació de govern autonom i constitucional, exigim la retirada de la LOAPA" (Somos una nación de Gobierno autónomo y constitucional, exigimos la retirada de la LOAPA) encabezaba la manifestación de la Crida. En la presidencia de esta primera manifestación se hallaban los principales dirigentes de Nacionalistes d'Esquerra, PCC, Movimiento Comunista, Partit Socialista d'Alliberament Nacional y los representantes de las entidades cívicas convocantes. Se corearon frases de reivindicación nacionalista y relativas al rechazo a la LOAPA.

El presidente del Parlamento autonómico y secretario general de ERC, Heribert Barrera, encabezaba la marcha de su partido, situado inmediatamente detrás de la Crida, pero, de hecho, mezclado con ésta. El recorrido se inició a las 5.30 horas de la tarde en la plaza de Cataluña y atravesó la ronda de San Pedro hasta el paseo de San Juan, donde finalizó sobre las 19.00 horas, pasando frente al monumento a Rafael Casanova. Los socialistas, integrados en la segunda manifestación, fueron hostigados de palabra y obra por grupos de militantes independentistas. Muchos de los agresores habían participado en la manifestación de la Crida, pero se habían apostado en las aceras para esperar a la segunda comitiva. Estos mismos grupos pusieron fuera de servicio durante unos minutos el sistema de megafonía al paso de los partidos parlamentarios.