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La Embajada norteamerícana confía en que los acuerdos con España sean ratificados por las futuras Cortes

La embajada norteamericana en Madrid ha reaccionado "con absoluta calina" ante una posible revisión parcial de los acuerdos defensivos entre España y Estados Unidos, anunciada ayer por el Partido Socialista Obrero Español, y ha expresado su confianza de que dichos acuerdos sean ratificados por ambas Cámaras tras las próximas elecciones generales.Los acuerdos, suscritos por los gobiernos de ambos países el pasado mes de julio, tendrán que ser debatidos y aprobados por la próxima Legislatura, al haber quedado paralizados como consecuencia de la disolución de las Cortes Generales. El texto de los acuerdos, que según fuentes socialistas tuvo su entrada en el Congreso de los Diputados el pasado 28 de agosto, está siendo estudiado cuidadosamente en estos momentos en la sede del PSOE.

Aunque en opinión de Elena Flores, responsable de relaciones internacionales del PSOE, parece que el uso de las bases norteamericanas con relación a terceros países "queda suficientemente clarificado y la soberanía española es respetada", existen otros aspectos que la dirigente socialista considera negativos, tales como la verificación de armamento nuclear en los buques norteamericanos que atraquen en puertos españoles y el estatuto de las fuerzas estadounidenses en España. En todo caso, añadió Elena Flores, "nuestra posición no se fijará hasta que estudiemos exhaustivamente el texto de los acuerdos". Por su parte, un portavoz de la Embajada norteamericana en Madrid declaró a EL PAIS que consideraba "absolutamente normal en todo proceso democrático" que el texto de los acuerdos hispano-norteamericanos fuera debatido en profundidad por los partidos políticos, aunque expresó su confianza de que los acuerdos fueran ratificados por las Cámaras resultantes de las próximas elecciones generales. "Que nosotros sepamos", añadió el portavoz, "los principales partidos políticos españoles, incluido el PSOE, se han declarado favorables a la renovación de los acuerdos, y no creemos que vayan a cambiar su posición en el futuro".

Por parte norteamericana, los acuerdos -unos dieciocho documentos, que cubren el amplio arco de las relaciones entre los dos países- no precisan sanción parlamentaria, ya que Washington escogió la modalidad del executive agreement o acuerdo ejecutivo, que autoriza a la Administración a suscribir este tipo de convenios con la mera notificación al Senado. Solamente en el caso de tratados la Administración norteamericana se ve obligada a buscar la ratificación de las cámaras.

Técnicamente, los dos países se encuentran todavía ligados por el acuerdo de 1976, que prevé el período de un año para el desmantelamiento de las instalaciones norteamericanas en España, aunque manteniendo ambas partes en ese período todos sus derechos y obligaciones.

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