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Próxima fusión de los bancos Zaragozano y Levante en el proceso de concentración financiera

Joaquín Estefanía

El proceso de concentración bancaria continúa. El siguiente caso que se puede producir, tras la compra del Internacional de Comercio por el Banco Central, es la fusión de los bancos Zaragozano y Levante, considerados como de tamaño medio en el mundo financiero español. El próximo mes de septiembre, de no torcerse irremediablemente las avanzadas conversaciones, ambos bancos se fusionarán. Diversos medios financieros consultados ayer aventuraban la posibilidad de que, tras esta operación, el banco resultante fuese comprado por Banesto, para así recuperar el perdido primer puesto en el ranking de Bancos. Esta probabilidad parece, sin embargo, muy lejana.

Las conversaciones entre ambas entidades se iniciaron antes del verano, aunque algunos expertos sugieren que no es la primera vez que se había hablado de este proceso de concentración. Por otra parte, el Banco de Levante ya habría intentado otras operaciones que vinculasen su futuro al de otro banco más potente, en concreto, extranjero y americano por más señas. En cualquier caso, ya lo anunció su presidente, José Miguel Garrigues Walker, en la última junta general; los directivos del Levante no concebian el futuro sin asociarse a otra entidad, ya que en este banco se entiende que es "imprescindible la integración de bancos de este tamafío en España para sobrevivir". Coinciden así con las tesis de quienes mantienen que el proceso de concentración bancaria va a seguir a un ritmo muy rápido y que pronto quedarán funcionando escaso número de entidades medianas y pequeñas.La negociación se personalizó entre el consejero delegado del Banco Zaragozano, José Alfredo Bermejo Jalón, y el presidente del Levante, José Miguel Garrigues Walker, aunque en muchos momentos intervino también el presidente del primer banco en cuestión, Moisés Calvo. En estos momentos la operación mantiene el impasse veraniego, pero se retomará en los primeros días de septiembre. EL PAIS no ha podido conocer las fórmulas que se están bara ando ni las condiciones de la fusión, aunque la alternativa más plausible parece ser la de fusión por absorción, eliminando del mercado la marca Banco de Levante. La fusión habrá de ser aprobada por la propiedad de ambos bancos, muy repartida en el caso del Zaragozano (con porcentajes pequeños de los bancos Central, Banesto y Popular, en cualquier caso no determinantes), y dominada en un 60%, en el caso del Levante, por el grupo Liga Financiera, vinculado a la familia Garrigues Walker.

Complementariedad

La previsible fusión de ambos bancos tendrá el efecto positivo de la complementariedad que las entidades ofrecen en cuanto a los lugares en los que operan. El Banco Zaragozano tiene la mayor parte de sus 181 oficinas concentradas en la zona de Aragón y Cataluña, mientras que las 85 del Levante están dispersas por casi toda España.

Hay quien aporta también otra cierta complementariedad en cuanto a la edad del personal, más joven en el caso del Levante, empezando por su presidente, que en el Zaragozano (Moisés Calvo tiene 84 años, a pesar de lo cual es el primer ejecutivo de la entidad).

En medios financieros a los que había llegado la noticia de la fusión de ambos bancos, se manejaba la hipótesis de que dicha operación no fuera sino la primera parte de otra, más complicada, en la que participase el Banco Español de Crédito. Este último esperaría la conjunción de un solo grupo para luego absorberle y recuperar así el histórico primer puesto del ranking de bancos, recientemente perdido, tras la compra del Internacional de Comercio por el Central. Esta cábala, que se alternaba en dichos medios con otras como las posibles futuras compras del Pastor o del Herrero por el Banesto -siempre en función de recuperar el sitio en el ranking- tropiezá con la tozudez de Moisés Calvo y su equipo por mantener la independencia del Zaragozano.

Esta independencia es sentida en lo más hondo por los accionistas del banco, que en todas las juntas generales apuestan por proseguir en solitario en el negocio bancario y no admiten ser comidos por alguna entidad perteneciente al club de los siete grandes. A mediados del pasado año corrió el rumor de la intención del Banco de Bilbao de comprar el Zaragozano, que fue inmediatamente desmentido. "Aunque la operación con el Levante no está cerrada", dijo a este periódico un directivo del Zaragozano, "agrada oír por una vez que vamos a absorber y no a ser absorbidos".

De consolidarse la fusión, el nuevo banco se situaría entre los doce primeros del país. El Zaragozano tiene 2.500 trabajadores, 181 oficinas, unos recursos ajenos de unos 100.000 miuones de pesetas, recursos propios por valor de 8.380 millones, y sus accionistas superan los 30.000. El Levante (banco surgido de la fusión, en 1981, del Nuevo Banco y el antiguo Banco de Levante, mediante absorción del primero por el segundo), por su parte, cuenta con 8.675 accionistas, 85 sucursales, y 4.118 millones de recursos propios.

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