_
_
_
_

Enfrentamiento entre la Diputación de Sevilla y el Gobierno Civil por el abastecimiento de agua

La escasez de agua que se registra en varios pueblos de la provincia de Sevilla y las diferentes iniciativas que se pueden adoptar para solucionar este problema son causa de enfrentamientos entre el Gobierno Civil y la Diputación Provincial. Mientras tanto, aumenta la tensión entre los vecinos de Marinaleda y El Rubio con los de Pedrera, a causa de la negativa de estos últimos a que se utilice el agua de sus pozos para abastecer a otros pueblos.

El presidente en funciones de la Diputación sevillana, el comunista Javier Aristu, en una conferencia de Prensa celebrada ayer dio a conocer las diferentes soluciones -definitiva, transitoria y provisional- que los técnicos de la Diputación Provincial consideran correctas pára atajar el problema de abastecimiento de agua de esa comarca. Según manifestó Javier Aristu, la puesta en marcha, de este proyecto se ve paralizada por obstáculos de tipo legal que la Diputación no puede solventar mientras el Gobiemo civil sí tiene atribuciones para ello.A este respecto, el presidenté en funciones de la Diputación,se refirió a la constitución de una comisión especial de recursos hidráulicos creada a partir de un real decreto de 1981. Esta comisión posee competenciás para intervenir en todos los asuntos relacionados con la planificación hidráulica. Según Javier Aristu, a esta comisión, que tíene señaladas competencias muy claras, "no se la ha visto, en el año que lleva constituida, tipo de actuación en los problemas de agua de la provincia".

En esta situación, y mientras el Gobiemo Civil no arbitre los mecanismos necesarios, el problema de abastecimiento de agua en la sierra sur de Sevilla seguirá planteado. Marinaleda, El Rubio y Matarredonda, a partir del lunes, solo dispondrán del agua que llegue en camiones-cistema enviados por la Diputación Provincial a cargo de su presupuesto. Cada camión-cisterna costará a la Diputición 40.000 pesetas diarias. El lugar donde se llenarán estas cisternas no ha sido revelado para evitar conflictos.

Mientras tanto, contin a la tensión entre los vecinos del pueblo de Pedrera, divididos a favor o en contra de ceder lo que ellos consideran sus aguas, y entre los de Pedrera con Marinaleda y El Rubio. Este clima de tensión podría haberse evitado, según la opinión de Javier Aristu, si el Gobierno Civil, a través de la comisión especial de recursos hidráulicos, hubiera adoptado en su día las decisiones técnicas y legales pertinentes.

"Ahora, 'en cambío", afíade el presidente en funciones, "a la tensión entre pueblos de una misma comarca hay que afiadir la gravedad del precedente que ha sentado el Ayuntamiento de Pedrera, oponiéndose a permitir la desviación de agua, que, para cohno, en ningún caso perjudicaría a Pedrera y que legalmente no le pertenece".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_