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La empresa automovilística Volkswagen anuncia dos semanas de jornada reducida en todas sus fábricas

Cuando se esboza una solución para la crisis de AEG, el anuncio de dos semanas de jornada reducida en todas las fábricas de la empresa automovilística Volkswagen despierta nuevas inquietudes sobre el futuro de la economía en la República Federal de Alemania (RFA).

Bajo el signo de los buitres, podría ser el título de la película del verano en la RFA. El buitre de la crisis ocupa la portada de esta semana del semanario Der Spiegel, con sus garras clavadas sobre las letras AEG, símbolo de la delicada situación económica por la que atraviesa el país.

Apenas logrado un compromiso para sanear AEG, otro monumento nacional de la economía de la RFA, Volkswagen (VW), ha saltado a las primeras páginas de los periódicos por el simple anuncio de la introducción de una jornada reducida en todas las fábricas durante dos semanas.

En circunstancias normales, la noticia carece de importancia, salvo para los 75.000 obreros afectados, de un total de 119.000 empleados de la VW, pero actualmente cada estornudo de una gran empresa hace temblar a toda la economía de la RFA, que vive una auténtica psicosis de crisis.

Volkswagen pasó su momento crítico hace ahora siete años, en 1975, cuando estuvo a punto de venirse abajo y tuvo que despedir a 20.000 obreros. La política de nuevos modelos, sobre todo el Golf, fue un éxito y esa empresasímbolo consiguió salir, adelante.

Actualmente, VW se encuentra con las dificultades de la subida del marco, lo que encarece sus productos en el exterior, y sobre todo la necesidad de estrechar el cinturón de todos los consumidores alemanes. Si en los buenos tiempos la vida media de un automóvil era de cuatro a seis años, ahora los propietarios se ven obligados a apurarla al máximo, con el consiguiente descenso de ventas.

Empresas en crisis

En la RFA, una de cada dos personas dispone de un automóvil, y uno de cada siete puestos de trabajo está relacionado con la industria del coche o sus derivados. Por eso el anuncio de la jornada reducida en la Volkswagen ha sembrado la alarma. La portada de Der Spiegel coloca al buitre carroñero sobre AEG, pero nombra también a una lista de empresas de renombre implicadas en serias crisis: la de electrodomésticos Bauknecht, la de alta fidelidad Dual, Pelikan, Kreidler y hastei la de hostelería Wienerwald, que estuvo en su época de gloria a junto de hacer comer pollos a media humanidad.

Ayer, en la portada del sensacionalista Bild Zeitung aparecía, al lado de la noticia de la jornada reducida en VW, el anuncio de que la fábrica de galletas Bahlsen despedirá a cuatrocientos obreros hasta finales de año, y trescientos otra famosa marca de tabaco. El invierno amenaza con batir todas las marcas de paro se cree que se rebasarán los dos millones.

El jefe de AEC'R, Heinz Duerr, ya anunció un plan, de saneamiento rápido y consecuente, y que las medidas "serán muy duras", lo que quiere decir racionalización de plantillas o, en otras palabras, despidos numerosos.

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