UCD aceptará el dictamen del Consejo de Estado sobre la elección de Joan Lerma

El presidente del Consejo valenciano, el centrista Enrique Monsonís, que mantiene un contencioso abierto con el PSOE al no reconocer al socialista Joan Lerma como primer presidente electo de la Generalidad provisional valenciana, ha asegurado que si el Consejo de Estado emite un dictamen que reconozca la legalidad del procedimiento empleado para la elección de Lerma, "se acepta y a otra cosa". Para Monsonís, "tenemos la razón moral y política".

El presidente del Consejo niega que la defensa que está realizando frente a las pretensiones socialistas corresponda a razones personales de mantenerse en el cargo. "Yo no me atrinchero", afirmó a EL PAIS. "Defiendo posiciones de mi partido, no actitudes personales. Si mantengo una posición de fuerza en este contencioso es para que no se ignore la legalidad".El actual presidente del Consejo valenciano, que accedió al cargo tras un pacto entre su partido y el PSOE, vigente para la etapa preautonómica, mantiene que la elección de presidente de la Generalidad no debe producirse hasta después de las primeras elecciones regionales, ya que el Estatuto no establece procedimiento en la etapa provisional, por lo que la elección de Joan Lerma sería ilegal.

Los centristas han recurrido al dictamen del Consejo de Estado para aplazar la resolución política del conflicto. Después de anunciar varias vías legales para impugnar la elección, entre las que se encontraba recurrir ante el Tribunal Constitucional por parte del Gobierno o de cincuenta diputados de UCD, todo ha quedado reducido a elevar consulta por medio del Consejo valenciano, que tiene mayoría de UCD, al Consejo de Estado sobre las diferentes interpretaciones del Estatuto para la elección de presidente de la Generalidad provisional. Según manifestaba Monsonís, anteriores consultas realizadas por el Gobierno regional se han demorado entre dos meses y dos meses y medio, plazo que parece se mantendrá también en esta ocasión.

"Tenemos la razón moral y política", afirmó Enrique Monsonís, "y estamos seguros de que el Gobierno actuará con absoluta corrección, ya que por medio del ministro de Administración Territorial, Luis Cosculluela, ha expresado su voluntad de acogerse al asesoramiento jurídico del Consejo de Estado".

El proceso puede alargarse hasta noviembre

La entrada efectiva de Lerma en la presidencia de la Generalidad se producirá después de la sanción real y publicación en el BOE, que según fuentes socialistas puede producirse en el plazo de un mes. Si el Gobierno no da luz verde a la sanción real hasta conocer el dictamen del Consejo de Estado, el plazo podría alargarse hasta octubre o noviembre."Personalmente no estoy empecinado en nada", respondió Monsonís a las acusaciones de resistencia a cesar en el cargo. "Mi proyecto era estar hasta febrero de 1983, hasta las primeras elecciones regionales, en la presidencia del Consell, y comprenda que me da lo mismo irme cinco meses antes o cinco meses después".

Desde este punto de vista, hay que interpretar su actitud de no dejarse arrollar por la nueva mayoría de progreso que la izquierda ha formalizado en el nuevo legislativo valenciano, las Cortes provisionales. "Recuerdo", dijo, "que esta asamblea es una cesión que hicimos al PSOE a cambio de otros aspectos del Estatuto. La asamblea provisional está formada según los criterios del artículo 151, aunque nuestro proceso ha ido por la vía del 143, cuya asamblea nos daba la mayoría a UCD".

El actual enfrentamiento entre PSOE y UCD hay qué contemplarlo, en gran medida, en el divorcio existente entre el ejecutivo regional; que cuenta con seis consejeros de "UCD, cinco del PSOE, uno del PCE y el voto de calidad de Monsonís para dirimir votaciones igualadas, y el legislativo que tiene una mayoría absoluta del PSOE, PCE y PAD, ya aplicada en la elección de Lerma. Es evidente que cuando sea efectivamente presidente de la Generalidad, Joan Lerma remodelará el Gobierno regional, soslayando esta mayoría de UCD en el Ejecutivo al agregar su voto como presidente del Consejo, junto a los cinco votos de los consejeros del PSOE.

El centrista Monsonís ha desmentido, por otra parte, su pase al CDS de Adolfo Suárez, junto con Fernando Abril, si el Gobierno de Calvo Sotelo no impide el acceso de Lerma a la presidencia. Monsonís, de adscripción liberal, no integrado en las filas de Antonio Garriges, afirmó que "no actúo en política por reacción sino por convencimiento y reflexión. Mi proyecto lo tengo pensado hasta febrero de 1983. Luego ya veremos".

Esta expresión de la UCD valenciana sobre el Gobierno, con veladas amenazas de fuga al CDS si la UCD de Lavilla no apoyaba su pretensión de freno al PSOE en el País Valenciano, ha causado sorpresa en los medios políticos valencianos. Los centristas de la región valenciana se habían mantenido hasta ahora al margen del conflicto de UCD, sin decantarse por Suárez, actitud que habría quedado rota según aquellas últimas informaciones. El diputado Joaquín Muñoz Peirats, liberal, negaba que la UCD de Valencia estaba presionando al Gobierno con pasarse al Centro Democrático y Social de Adolfo Suárez.