Así funciona la mafia vasca
( ... ) A la macabra misiva del llamado impuesto revolucionario, a la llamada telefónica al inhumano secuestro del simple ciudadano vasco, se añaden ahora nuevas formas de coacción, como la del sobrecito. ( ... )Frente a la iglesia y puente de San Antón, que componen el escudo y emblema de la noble villa, en uno de los bares de la calle Ronda, dos jóvenes se han colocado al final del mostrador, Junto al teléfono y a escasos metros del resto de su cuadrilla. Mientras uno de estos jóvenes, de jeans y barba, finge interés por unas viejas fotografías del Athlétic de Bilbao y de la ría del Nervión, su compañero, con un discreto movimiento de cabeza, llama al dueño del local.
Furtivamente, y fuera del alcance de cualquier mirada indiscreta de los clientes, saca un sobre blanco del bolsillo de la cazadora y lo entrega al propietario del local. Le dice en voz laja: "Luego pasaremos a recogerlo".
Horas más tarde, ya de noche, se realizará la operación a la inversa. Esta vez con el sobre lleno. Las 15.000 o 20.000 pesetas que acaban de recoger estos jóvenes son la aportación obligatoria a la lucha vasca. (...)
Otro bar, muy conocido en Barrencalle-Barrena, cuyo dueño siempre se ha destacado por su talante democrático y sus arriesgados apoyos al nacionalismo durante la dictadura franquista, se ve hoy de nuevo chantajeado por estos imberbes, que le sustraen cerca de 40.000 pesetas mensuales. "El sueldo de un joven camarero", dice.
( ... ) Todo ocurre en un casco viejo sin ley. "En alguna zona de¡ barrio viejo de Bilbao no existe prácticamente vigilancia, La Polícía Municipal tiene miedo, nadie avisa a la Policía Nacional para evitar consecuencias desagradables, falta el civismo, y la suciedad ha vuelto", comentaba el dueño de uno de los escasos pubs. ( ... )
Los que se resisten, sin embargo, son una minoría. El miedo existe. El temor es evidente entre los comerciantes consultados. No hablan del asunto ni entre ellos. Sólo entre los más íntimos, los de confianza, y aun así, lo comentan en forma indirecta.
Paralelamente a la situación en el casco viejo y a estas formas de coacción o chantaje, existen otras presiones en diversos y muy distintos campos, como el de la publicidad o la banca.
Responsables de la revista Euskadi, próxima al PNV, confirmaron a Cambio 16 la existencia de estas sospechas. Hace escasos meses, cuando la citada revista se lanzó al mercado vasco, los encargados de la publicidad de la revista batasunera Punto y Hora chantajearon a numerosos anunciantes del Euskadi. Esta presión logró que algunas empresas privadas se asustaran y retiraran su publicidad. Es el caso de una conocida cafetería bilbaína, cuyo dueño fue amenazado por unos individuos que, a cara descubierta, le avisaron de que si seguia anunciándose en Euskadi se atuviera a las consecuencias. ( ... )
En cuanto a la banca, muchos son los que piensan, entre ellos algunos empleados, que también ésta paga a los terroristas. El 13 de abril de 1982, ETA Militar hacía llegar a los grandes bancos una misiva exigiendo el impuesto revolucionario y acusándolos de ser soportes claves del régimen de opresión y explotación...".
Y aunque no parece que la organización armada vasca tenga mucho más de dos personas en Euskadi norte dedicadas directamente al cobro, su recaudación puede superar los cuatrocientos millones anuales, calculando que un 20% de las víctimas paga directamente en Francia.
El impuesto revolucionario ha estado dirigido hasta ahora fundamentalmente a personas físicas. Parece, sin embargo, que la estrategia de los milis puede, orientarse hacia otros senderos. La extorsión llega, al parecer, a la gran banca, y aunque fuentes bancarias consultadas lo han negado, a veces sin gran convicción, esta hipótesis parece válida y todos los indicios apuntan por este cambio de estrategia mili o, por lo menos, por la ampliación a otros sectores en lo que respecta a la recaudación de fondos.
Mientras los empresarios y, a la larga, los trabajadores son quizá los más afectados en esta loca y trágica situación, otro de los sectores profesionales duramente golpeados por los terroristas es el de los médicos. Se calcula que en los últimos meses han huido entre treinta y cuarenta médicos de Vizcaya. En ese mismo Período, más dé doscientos, y en esa misma fecha y provincia, han recibido la siniestra visita a domicilio o la macabra carta extorsionadora.
En la provincia de Guipúzcoa la situación es similar. En unas recientes declaraciones a la revista médica Consulta Semanal, Iñaki Barriola, presidente del Colegio Oficial de Médicos de esta provincia, afirmaba: "A muchos del PNV también les han pedido el impuesto. Nadie está libre de que se lo pidan, y a todos los médicos nos tienen en vilo".
Los médicos tienen miedo, pero no sólo al impuesto. Hoy se encuentran entre dos fuegos: ETA y la ley. En Euskadi se recuerda con temor e indignación el asesinato del doctor Ramiro Crasa Pérez, en venganza de ETA por una denuncia que hizo ante al juez tras atender a un etarra herido.
Después de la ruptura de la tregua y la escisión producida en enero de este año, la rama poli-milí VIII Asamblea se ha lanzado en una loca carrera con el único móvil de obtener dinero rápido a través de estos secuestros a personas indefensas que viven de su trabajo y sin escolta, y para conseguir publicidad con "una noche de bombas" como la del pasado 16 de julio.
El retorno a la guerra de José Ulestia, de Jesús Abrisketa y sus aliados, los duros de ETApm, hasta ahora ha conseguido, además de dinero, entrar en la órbita del más condenable bandidismo.(... )
El affaire del padre de Julio Iglesías y las posteriores acciones de los pm, con estos maflosos secuestros, cuyo único móvil inmediato es el lucro, en apariencia, pueden , su vez demostrar el grado de irracionalidad ideológica de estos grupos, que han caído ya en el más puro bandolerismo.
Para el PNV, que ve "en este cuadro mafioso el lógico proceso de descomposición dé determinados grupos surgidos del fraccionamiento de alguna organización armada", es el comienzo del fin.
Sin embargo, este cuadro optimista se parece y recuerda más a ciertas declaraciones, un tanto triunfalistas, de dirigentes gubernamentales que a una imagen realista de la situación y a un análisis serio de la acción de los grupos terroristas.
En efecto, nadie debe olvidar que a pesar del carácter mafioso de los últimos secuestros seudoanónimos, los poli-milis se están reestructurando, y que necesitan dinero para esa mínima infraestructura indispensable para cualquier labor clandestina nueva. ( ... )
Mientras tanto, la sociedad vasca va descomponiéndose entre la complicidad cobarde y el silencio del miedo, y es muy grave que un pueblo se acostumbre sin saber reaccionar a la noticia diaria del secuestro, del asesinato o de la extorsión.
Ander Landáburu
2 de agosto
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