_
_
_
_

Aplazada en EE UU la ejecución de un condenado a muerte, contra su voluntad

Un juez federal de apelaciones ordenó ayer el aplazamiento de la ejecución, prevista para hoy mismo, de Frank Coppola, de 38 años, condenado a la silla eléctrica en el Estado norteamericano de Virginia por asesinato. El condenado había pedido ser ejecutado sin más dilaciones.

Coppola, -convicto y confeso del asesinato a golpes de Muriel Hatchell, mujer de un acomodado vendedor de turismos en cuya casa intentó robar- fue condenado a muerte en 1978 y lucha desde hace meses para que sea ejecutada la sentencia en la prisión de Riclimond (Virginia).El pasado mes de marzo, el condenado, que fue policía durante dos años, despidió a sus abogados y decidió no solicitar más aplazamientos del cumplimiento de la condena.

Numerosos recursos

Aunque se han presentado numerosos recursos para intentar salvar a Frank Coppola, homónimo del famoso gangster, un juez federal se había negado el lunes a retrasar durante más tiempo la ejecución por estimar, tras entrevistarse con el recluso que Coppola es "una persona racional y sensible que tiene el sentido de su dignidad".El gobernador de Virginia Charles Robb, quien debía decidir si Coppola era o no enviado a la silla eléctrica, había manifestado el pasado lunes que era partidario de que la justicia siguiese su curso y contrario a intervenir en el caso.

Después de que el tribunal dictara sentencia, Coppola fue internado en una celda de condenados de la prisión de Mecklenburg, que tiene fama de ser una de las más duras de Estados Unidos.

Para sus abogados, son las penosas condiciones de la detención las que han llevado a Coppola a querer morir y no presentar recursos judiciales que retrasarían su ejecución en la silla eléctrica.

Según un periodista que pudo asistir a la entrevista del lunes entre el juez y el asesino, Coppola dijo: "No tengo miedo de la muerte. No es un comportamiento machista".

Coppola sería el primer condenado a muerte ejecutado en Virginia desde hace veinte años. El Tribunal Supremo de Estados Unidos abolió la pena capital en 1972 por considerarla un castigo "cruel y excesivo", pero la restauró en 1976, dejando al arbitrio de cada Estado su aplicación. Sólo diez de los cincuenta Estados han abolido la pena capital y 1.038 detenidos, según la Unión Norteamericana de las Libertades Cívicas, se encontraban en junio en celdas de condenado a muerte.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_