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Calvo Sotelo cree haber reforzado la presencia española en Latinoamérica

El presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, regresa hoy a Madrid, tras una visita de siete días a cuatro países iberoamericanos, destinada a reforzar la presencia española en América y a explicar que la pertenencia al mundo europeo y atlántico es perfectamente compatible con la vocación americana de España.Calvo Sotelo, que presidirá mañana una reunión del Consejo de Ministros antes de iniciar sus vacaciones en Galicia, ha visitado Quito, Bogotá, Lima y Caracas, esta última capital en una breve escala de tres horas. El jefe del Ejecutivo ha aprovechado la toma de posesión del nuevo presidente colombiano, Belisario Betancur, para contestar, a los que le critican una política exterior demasiado orientada hacia Europa y la Alianza Atlántica, con un viaje a los cuatro países democráticos del Pacto Andino, en el que se ha puesto de relieve la importancia que el mundo iberoamericano concede a sus relaciones con España.

El viaje, que ha tenido dos aspectos principales, uno multilateral y otro bilateral, ha estado caracterizado por la cordialidad desplegada por líderes y pueblos hacia España y el interés de los dirigentes políticos de este continente en conseguir un incremento en todos los aspectos de sus relaciones con nuestro país. Calvo Sotelo ha aceptado el reto, y así lo expresó ayer públicamente en un discurso pronunciado en el transcurso de la cena oficial que le fue ofrecida por el presidente peruano, Fernando Belaúnde Terry. "Porque", dijo Calvo Sotelo, "y entro en la clave y sentido de mi viaje, la historia larga y compartida, el pasado de glorias coincidentes, la herencia común no pueden ni deben ser meros pretextos para la rememoración, sino raíces vivificantes de la voluntad determinada de hacer cosas juntos en el mundo de ahora, en la historia que se escribe desde la mañana de cada día nuevo".

La clave de las futuras relaciones entre España y el mundo iberoamericano reside precisamente enése concepto, en el deseo de caminar en comun para hacer ahora cosas juntos. Y el momento es, quizá, uno de los más propicios y prometedores para nuestro país, a causa de la sacudida que ha supuesto para el despertar nacionalista de América Latina la guerra del archipiélago de las Malvinas y sus secuelas, a causa del incomprensible apoyo prestado a Londres por parte de la Administración norteamericana.

El viaje de Calvo Sotelo ha servido también para reafirmar la fe en los sistemas democráticos de gobierno, y así lo han entendido algunos líderes iberoamericanos, que han pedido al jefe del Ejecutivo español que pusiese en sus discursos especial hincapié en la defensa de la democracia. "Un factor capital de coincidencia (en las relacíones entre España y los países iberoamericanos) es la voluntad de preservar nuestras democracias. El Perú de hoy, la España de hoy, aportarán su ilusionada experiencia de que es posible en nuestros ámbitos responder un sí rotundo y cierto al desafio de la libertad", declaraba Calvo Sotelo en su discurso de contestación al presidente Belaúnde, repitiendo el mismo concepto vertido en otras intervenciones.

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