Las vanguardias artísticas se concentraron durante un mes en el festival de Aviñón

El Festival de Aviñón (Francia), inaugurado el pasado 9 de julio y que será clausurado mañana, ha superado este año las anteriores ediciones no sólo por la mejor calidad de sus 231 espectáculos (el mismo número que el año pasado y muchos de ellos vanguardistas), sino también por la mayor afluencia de espectadores (se estiman 125.000, un 20% más que en la edición anterior).En su intención de servir de debate de las diversas formas artísticas contemporáneas, especialmente las de vanguardia, la edición de este año del Festival de Aviñón ha conocido una multiplicación de espectáculos que han pretendido agotar lo que son los ejes culturales de 1982. Para la próxima edición el festival continuará siendo pluridisciplinar pero, según ha explicado su director, Bernard Faivre d'Arcier, el programa será más esencial y menos disperso y estará más alejado del gigantismo cultural.

El Festival de Aviñón, con todas las compañías que han intervenido en las sesiones oficiales y los montajes dentro del Festival Off, ha vuelto este año a superarse a sí mismo y a ofrecer no sólo lo mejor de los genios consagrados, sino, tal y como viene haciéndolo desde hace años, aquellos espectáculos de vanguardia en todo el mundo de compañías que dentro de su historial tendrán que hablar en los términos antes y después de Aviñón.

Entre otros actores Vittorío Gassman ha acudido a esta edición con un repertorio en el que se incluían obras de Shakespeare que el actor italiano ha recitado en perfecto inglés (véase reportaje en última página de esta edición de EL PAIS). Del Festival Off lo que más ha llamado la atención es El Circe de Barbarie, integrado única y exclusivamente por mujeres.

Tanto Jean Vilar, creador del festival y director del mismo hasta su muerte en 1961, como Paul Puaux, que le sucedió hasta 1979, y el actual director, Bernard Faivre d'Arcier, asesorados por sus distintos equipos, han tenido siempre claro la necesidad de que Aviñón sirva de plataforma de lanzamiento a la vanguardia, en lo que concierne a espectáculos de música, teatro y danza.

A ello habría que añadir que la magnitud e importancia de este festival ha provocado que la programación paralela del Festival Off abra numerosas posibilidades a diversos grupos más desconocidos aún, que acuden en esas fechas a Aviñón a actuar, como y donde sea, y que son vistos por un numeroso público, formado en gran parte por críticos, organizadores de festivales, empresarios teatrales o personas encargadas de la programación de una sala en cualquier ciudad del mundo.

El balance total del festival es muy positivo en cuanto a novedades en los espectáculos, aunque no hay que olvidar toda una atractiva programación de actividades paralelas.

El teatro Du Soleil ha acaparado justificada atención todo este mes del festival, de cuya inauguración se ha encargado como único grupo y también actuará en la clausura. Sus montajes La noche de los reyes y Ricardo II, ambos de Shakespeare, han suscitado los mayores elogios de la crítica mundial presente en Aviñón.

Uno de los espectáculos más frescos y que, sin embargo, no ha sido apenas recogido por la Prensa es el ofrecido por la Liga Nacional de Improvisación de Montreal (Canadá); ello se ha debido a que, si bien todo el mundo quedaba más que satisfecho con estas pequeñas representaciones, al no tener el carácter de los verdaderos montajes teatrales no ha repercutido en la crítica de los espectáculos llegados a Aviñón.

La LNI, creada en Cánada en 1977, ofrece pequeños montajes totalmente improvisados, realizados al alimón por uno o diversos miembros de dos equipos que se enfrentan en competición. Estos actores sólo conocen el tema y la duración del tiempo de aquello que tienen que interpretar un minuto antes de llevarlo a cabo. Son actores profesionales, que basan su gancho en tener siempre presente el humor y la caricaturización en sus improvisaciones.

Por otra parte los talleres de comedia del arte llevados a cabo diariamente a lo largo de todo el festival han ofrecido un bello producto al dar éstos por terminados bajo la dirección de Carlo Boso.