Una reunión informal sustituye a la fallida 'cumbre' africana de Trípoli

La confusión reinaba ayer en la capital libia. La XIX cumbre de la Organización para la Unidad Africana (OUA) no ha podido dar comienzo, como se esperaba, y en su lugar, los veintidos jefes de Estado africanos presentes en Trípoli han procedido a reunirse de una manera informal, con el propósito de ofrecer una salida a la situación creada por la ausencia de una tercera parte de los miembros de la organización.Dos posibilidades destinadas a romper el bloqueo actual han sido objeto de examen. La primera consiste en suspender la cumbre y convocarla de nuevo para antes de fin de este año en el mismo Trípoli; la segunda radica en la celebración de una minicumbre, a imagen de la reunión mantenida días pasados por los ministros de Exteriores de los veintiséis países que han reconocido a la República Arabe Saharaui Democrática (RASD), y en la adopción de una declaración progresista.

La XIX cumbre ordinaria debía celebrarse en Trípoli, en razón de una decisión tomada por los 33 jefes de Estado que acudieron el año pasado a Nairobi, donde tuvo lugar el encuentro precedente de estadistas africanos. La OUA tiene, pues, que pasar por la prueba de Trípoli, a menos que se decida convocar una conferencia extraordinaria en otro país, lo que vendría a complicar todavía más las cosas.

Problemas pendientes

La falta de quórum, establecido en los dos tercios de los miembros (34 países), impide a los presidentes reunidos en Trípoli adoptar decisiones sobre los problemas internos de la organización, como el relevo de su actual secretario general, Edem Koyo, o la discusión del déficit financiero, cifrado en varias decenas de millones de dólares.Administrativamente, la OUA atraviesa por un momento harto delicado, en estrecho paralelismo con la crisis política creada por la admisión de la RASD, en febrero de este año. Marruecos, el gran ausente de la conferencia de Trípoli, habrá recibido indirectamente satisfacción al constatarse que, para salvar los platos rotos, los países llamados progresistas pedían y obtenían del Frente Polisario quela RASD no participara en los trabajos de la cumbre.

Los veintiún países representados a nivel de jefe de Estado o Gobierno son: Libia, Mozambique, Etiopía, Cabo Verde, Malawi, Seychelles, Madagascar, Congo, Zambia, Botsuana, Benin, Argelia, Guinea-Bissau, Zimbabue, Mauricio, Ghana, Tanzania, Mali, Burundi, Ruanda, Angola y Mauritania.

De los veintiséis países que apoyan al Frente Polisario, cuatro no han acudido a Trípoli -Uganda, República Centroafricana. Suazilafidia y Sierra Leona-, en tanto que de los diecinueve que sostienen a Marruecos en el conflicto del Sahara Occidental, sólo uno, Isla Mauricio, se encuentra representado en la capital libia.

Los libios han aprovechado esta ocasión para encomiar los acuerdos bilaterales firmados con otros Estados africanos, y el Diario de la OUA, editado durante la conferencia, afirma que la cumbre es la demostración de la importancia que concede la Yamahiria a la dignidad del hombre africano.