Una vuelta más en la espiral de precios
Hoy, quienes compren pan y se desplacen en taxi tendrán que pagar más. Tendrán que hacerlo en el primer caso todos los ciudadanos de Catalunya, y en el segundo, aquellos que viajen por la zona de la corporación metropolitana de Barcelona únicamente. Como esto del aumento de precios -al que en tiempos del eufemismo se llamaba reajuste- se ha convertido en algo corriente, resultaría acaso exagerado además, y por supuesto, inútil, rasgarse las vestiduras. Pero sí cabe plantearse la pregunta, bastante ingenua por demás, de si la carrera de precios lleva a alguna parte. Sin necesidad alguna de tener conocimientos económicos, se hace patente, tras un examen somero, que no lleva a ninguna. Los precios -y perdón por lo que es casi perogrullada- repercuten sobre los salarios, que a su vez han incidido anteriormente sobre aquéllos. Es una espiral que se repite con monotonía y que, como todas las espirales, no tiene fin., 2 de agosto
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