_
_
_
_

Crear una sociedad propietaria, paso previo a la incautación de Lemóniz

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

La creación de una sociedad anónima propietaria de la central nuclear de Lemóniz, con la separación definitiva de las obras de la central nuclear de la empresa eléctrica Iberduero, sería un primer paso para la elaboración de un proyecto de incautación de la central nuclear de Lemóniz, según ha podido confirmar Efe en fuentes solventes.Jurídicamente es muy poco probable que se pueda incautar un centro de trabajo, según fuentes competentes, pero al producirse una separación entre Lemóniz e Iberduero, con la formación de una sociedad aparte con la central nuclear, sería posible la incautación de las obras. De todas formas, la propiedad de la central nuclear estaría totalmente en Iberduero, como ya quedó claro en la junta de accionistas y tras los acuerdos entre la Administración central, el Gobierno autónomo vasco y la empresa constructora.

El alcance de dichos acuerdos, que reflejaba la voluntad de las partes firmantes de terminar la construcción de la central, podría resumirse en el desbloqueo de la situación que afectaba a Lemóniz, en la posibilidad de proseguir las obras hasta su, puesta en marcha, el compromiso expreso de los poderes públicos de prestar su pleno apoyo a la terminación y puesta en marcha de la central, asumiendo su correspondiente cuota de responsabilidad, y en el mantenimiento de Iberduero como propietaria de la central, al mismo tiempo que se constituía por el Gobierno vasco una sociedad de gestión, de carácter público, que realizaría la explotación de la central y que asumiría las responsabilidades concernientes al funcionamiento de las instalaciones.

Este acuerdo de 22 de marzo supondría la reanudación de las obras de la central nuclear de Lemóniz, realizadas de forma intermitente desde el asesinato de José María Ryan, pero se paralizaron formalmente con el asesinato del director del proyecto, Angel Pascual.

En su junta de. accionistas, Iberduero dejó claro que la superación de la situación dé fuerza mayor que afecta a Lemóniz excede por completo del campo de actuación y competencias de la empresa.

Iberduero dejaba el campo de Lemóniz a los poderes públicos, para que entre el Gobierno central y el Ejecutivo autónomo resolviesen la situación., contando siempre con que la propiedad de Lémóniz era de esta empresa.

En medios económicos vascos han comentado a Efe que con Lemóniz podría pasar lo mismo que con la central nuclear de Santa María de Garoña, que es una sociedad independiente de Iberduero, denominada Nuclenor.

La incautación supondría la separación de Lemóniz del patrimonio de la empresa Iberduero, aunque la propiedad seguiría estando en ella.

Fuentes de Iberduero dijeron a Efe que desconocían los términos últimos del supuesto proyecto de incautación y que, por tanto, era prematuro evaluar el alcance del mismo.

Por su parte, fuentes del Gobierno vasco han manifestado su intención de abstenerse, por el momento, de hacer ningún comentario respecto a la incautación de Lemóniz por decreto.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_