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La remodelación gubernamental agrava las discrepancias entre los presidentes de UCD y del Gobierno

El presidente de Unión de Centro Democrático (UCD), Landelino Lavilla, tiene ultimada ya la composición del nuevo secretariado del partido, y podría anunciarla hoy mismo, según diversas fuentes centristas. Las mismas fuentes indicaron que los democristianos predominaban en el mismo, pese a que, a última hora, se negociaba la incorporación de socialdemócratas como los ministros de Trabajo, Santiago Rodríguez Miranda, y de Administración Territorial, Rafael Arias-Salgado.

No habrá incorporaciones del sector liberal centrista próximo a Antonio Garrigues Walker (Pedro López Giménez, hasta ahora secretario de Organización, ha sido destituido) y se contará con la presencia de algún independiente centrista, como García Margallo, en la secretaría de Formación.Por lo demás, y a la espera de que Lavilla de a conocer definitivamente los nombres del secretariado, la crisis sigue abierta, toda vez que el tema más espinoso, el de la remodelación ministerial, permanece atascado y en un aparente callejón sin salida, debido a los enfrentamientos entre algunos ministros, por un lado, y a la cada vez mayor discrepancia de criterios sobre las carteras a sustituir entre Landelino Lavilla y el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, muy remiso a realizar cualquier cambio en el Gabinete. En cuanto al secretariado, parece ser que Iñigo Cavero continuará en la secretaría general del partido. Esta permanencia obedece, además de a la identificación ideológica democristiana de Cavero, a las dificultades que supondría para un secretario general nuevo conocer a fondo la estructura del partido en el escaso período que resta de aquí a las elecciones generales.

Secretarios: lista provisional

Persistía anoche la incógnita sobre quiénes iban a ocupar dos secretarías de la importancia de la de Organización (que deja vacante López Giménez) y de Acción Electoral (en fuentes de la calle de Arlabán, sede central de UCD, se consideraba casi seguro el cese de su actual titular, Jaime Mayor Oreja). Estas dos secretarías podrían refundirse en una sola, que le ha sido ofrecida al socialdemócrata y suarista residual Rafael Arias-Salgado, ministro de Administración Territorial. De la aceptación o no por parte de éste dependía anoche que la crisis del partido quedase cerrada hoy.Los nombres que parecen confirmados son: el regeneracionista de procedencia democristiana Javier Tusell, para el área de Programas o Educación; el ya citado de García Margallo, autodenominado independiente, para el puesto de secretario de Formación, y el liberal Ignacio Camuñas, alejado de Garrigues, como consejero del presidente Lavilla y del secretario general, Iñigo Cavero. De confirmarse esta información, sujeta a cambios de última hora, los azules quedan fuera de este órgano de dirección de UCD.

El encuentro de ayer entre Lavilla y Rodríguez Miranda dio pie a nuevas especulaciones en relación con este último y su posible pase al partido desde el Gobierno, algo que el propio ministro de Trabajo desea desde hace tiempo.

Según informaron ayer a este periódico medios autorizados de la calle de Arlabán, los liberales identificados con Antonio Garrigues Walker, a quienes en un primer momento Landelino Lavilla les ofreció la secretaría de Cultura -para Luis Miguel Enciso-, parecen haber influido para desplazar a Camuñas desde la secretaría de Organización hasta el puesto de consejero de la dirección centrista.

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El liberal Luis Miguel Enciso señaló ayer que Landelino Lavilla y Antonio Garrigues Walker mantuvieron conversaciones durante los últimos días. El sentido de estas conversaciones, afirman medios centristas, estaría encaminado al futuro "pacto de legislatura".

La publicación por la revista Tiempo de una conversación con Adolfo Suárez, en la que éste asegura que había anunciado a Lavilla su abandono de UCD antes de la celebración del Consejo Político, contribuyó ayer a agitar las aguas en el seno del partido centrista. Ello constituía una demostración de que, antes de aceptar su nombramiento como presidente plenipotenciario de UCD, Lavilla conocía que Suárez pensaba abandonar definitivamente el partido.

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