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El gas natural de Huesca se comercializará a mediados de 1984

El gas natural de Huesca, cuya reservas recuperables se estiman hoy en 2.500 millones de metros cúbicos, comenzará a comercializarse a mediados de 1984. La Empresa Nacional del Gas, SA (Enagas), comenzará este mismo año la construcción de un gasoducto de más de cien kilómetros, que unirá la zona gasífera de los Pirineos con Zaragoza, en un primer paso de lo que puede ser la unión de la red de gasoductos españoles con la francesa. Esta unión permitirá, sin mucha urgencia todavía, que el gas natural soviético o el noruego puedan llegar a España a finales de la década.

Claudio Boada, presidente del Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH), anunció ayer de manera oficial la existencia de unas reservas recuperables de 2.500 millones de metros cúbicos en la zona próxima a las localidades oscenses Jaca y Sabiñánigo, más conocida como el campo Serrablo. Estas reservas se consideran mínimas y, aunque equivale sólo al consumo de gas natural que España tendrá en 1982, ofrecen la posibilidad de ser superiores. La Empresa Nacional de Prospecciones (Eniepsa) continúa hoy explorando todavía el campo gasífero y es muy posible que antes de tres meses estas reservas mínimas hayan podido ser delimitadas en una importante cantidad adicional.En cualquier caso, de reducirse a sólo 2.500 millones de metros cúbicos, el gas de Huesca permitirá una producción continuada durante un tiempo no inferior a ocho años, producción que lo hace comercialmente atractivo para los precios internacionales del gas natural. El campo de Serrablo, según dijo Boada en una visita cursada ayer a los pozos de exploración, será además utilizado como depósito de almacenamiento, lo que permitirá diversificar en un punto adicional la regulación de suministro de la red de gasoductos españoles.

El gran atractivo de Serrablo, según la interpretación del presidente del INH, es que se convertirá, con la planta de gasificación de Barcelona y los pozos de Bermeo, en uno de los tres puntos de suministro de gas natural a los consumidores comerciales e industriales españoles. Asimismo, y, aunque Boada señaló que esta es una decisión política que a él no le toca decidir, en el campo de Jaca servirá de nexo de unión con los depósitos franceses de Laqc. Aunque esta unión no es urgente, sí es importante para un habitual suministro de gas europeo o soviético a España a finales de la década.

El Instituto Nacional de Hidrocarburos, a través de Eniepsa, ha invertido hasta la fecha 11.000 millones de pesetas de exploración del gas de Huesca y necesita aún invertir 2.500 millones adicionales en las instalaciones de purificación del gas antes de su conexión a la red. A su vez, Enagas invertirá 5.585 millones de pesetas en los próximos dos años para la construcción de 130,23 kilómetros de gasoducto de Sabiñánigo a Zaragoza. El valor en precios actuales del gas en Huesca se estima que supera los 665.000 millones de pesetas.

A juicio de Claudio Boada, la explotación y comercialización del gas de Huesca es a todas luces atractiva, aunque el precio del costo de la termia de gas se acerque bastante a las tarifas internacionales.

Enagas tendrá que continuar importando su materia prima de Argelia y Libia, aunque podrá disponer de un regulador de su aprovisionamiento en Cerrablo.

Claudio Boada manifiestó que el gasoducto que se comenzará a construir en septiembre entre Sabiñánigo y Zaragoza podrá enviar el gas en ambas direcciones, lo que permitirá la utilización al máximo de los pozos de Cerrablo como un instrumento regulador de la red de gasoducto.

La eventual unión por Jaca de las redes españoles y francesas de distribución del gas natural aleja de forma casi definitiva la propuesta obstrucción de un gasoducto entre Barcelona y la frontera francesa, que hubiese permitido la comercialización del gas natural por las zonas densamente pobladas del norte de Barcelona y de Gerona. Esta propuesta. había sido presentada por Catalana de Gas, SA, al Gobierno, como una alternativa a la unión con Francia a través de Huesca. Claudio Boada manifestó que la opción de Serrablo era más barata y estratégicamente más racional. El presidente del INH recordó que en la costa cantábrica próxima a Bermeo existían unas reservas de gas que teóricamente, aparte de ser superiores a las de Huesca, podrían servir de fuentes de suministro por el otro extremo del gasoducto español.

Respecto a las inversiones que Enagas tendrá que realizar en el gasoducto Serrablo, Claudio Boada señaló que la empresa del grupo INH estaba dispuesta a afrontarlas por sí sola si así se lo ordenaba el Gobierno. El presidente del INH indicó que el Instituto había presentado varios contratos programas al Gobierno.

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