El imán Jomeini ordena la invasión de Irak y llama a la insurrección a los chiitas iraquíes

Irán invadió en la madrugada de ayer el territorio de Irak, donde continúa su avance en dirección a Basora, a unos 18 kilómetros de la frontera común. El imán Jomeini arengó al pueblo iraquí a derrocar al presidente Saddam Hussein y al partido Baas. Los regímenes del área del Golfo Pérsico experimentan una inquietud desconocida, en lo que sus gobernantes interpretan como el inicio de la expansión armada de la revolución islámica.

Tropas regulares y guardianes de la revolución iraníes penetraron diez kilómetros en territorio iraquí, se adueñaron de ocho enclaves militares, aniquilaron dos divisiones enemigas y una brigada blindada, destruyeron cuatro aviones en tierra y capturaron centenares de prisioneros, según la información oficial iraní. Pese a no existir balance oficial alguno, se cree que el número de víctimas por ambos bandos es cuantioso. La artillería de Irak, por su parte, bombardeó las ciudades de llam, Jermanshahr Y Baktharat, y causó centenares de muertes, según despachos oficiales difundidos por Radio Teherán.En una arenga en lengua arábica divulgada ayer por Radio Teherán, dirigida al pueblo iraquí, el Guía de la Revolución Islámica, ayatollah Jomeini, pidió al pueblo de Irak que "aproveche esta ocasión para sublevarse" y precisó que "vuestros hermanos iranies se han visto obligados a penetrar en el territorio iraquí para salvar a la nación de Irak, oprimida por la dominación de un partido".

El imán Jomeini, reacio hasta hace muy pocas fechas a autorizar la invasión iraní en territorio de Irak, instó a los jóvenes de Irán a acudir en masa al frente del Juzestán, por el cual se ha desarrollado la irrupción.

La ofensiva militar iraní, bautizada con el nombre de Ramadán, denominación del mes de ayuno actualmente vigente en el mundo islámico, comenzó en la hora del crepúsculo del pasado martes. En ella participan tropas regulares y guardianes de la revolución, pasdaran, que en grandes oleadas fueron enviados discretamente al frente del Juzestán en los últimos días.

Estas unidades cuentan con apoyo artillero ligero en vanguardia y pesado desde la retaguardia. La penetración iraní se ha circunscrito a una zona de la frontera meridional de ambos países próxima a las ciudades de Jorramshahr y Basora, sobre territorio iraní e iraquí, respectivamente, distantes entre sí unos treinta kilómetros.

Algunos detalles de la ofensiva se desconocen. No se sabe el número de soldados y guardianes de la revolución que se han adentrado en Irak, al tiempo que Radio Teherán destacaba la presencia militar iraquí en el nudo fronterizo de Chalamcheh, sobre territorio de Irán, justo sobre la frontera común y a medio camino entre las ciudades citadas.

Los comunicados militares difundidos por radio desde Teherán guardan cautela sobre la calificación militar de la ofensiva, y su contenido, hasta el momento, da a entender que el objetivo prioritario de la operación Ramadán consistiría en el deseo iraní de neutralizar a la artillería de Irak, que continúa bombardeando, esporádicamente, posiciones iraníes próximas a Abadán y Jorramshahr.

Ayer, la artillería iraquí descargó un duro ataque sobre las ciudades de Ilam, Jermanshah, Jorramabad y Baktharat, ciudades de las provincias del Lorestán y Jermanshahr, a unos trescientos kilómetros al norte de la zona donde se ha desarrollado la irrupción militar dentro de Irak.