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El PCC denuncia 'residuos burgueses' en la vida sexual de los cubanos

El amor libre no significa "dar curso libre a los impulsos animales", necesita "responsabilidad y respeto; no pueden confundirse amor libre y libertinaje sexual", afirma, en un extenso artículo titulado El carácter político-ideológico de la educación sexual, el diario Gramma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, informa France Presse.El texto explica el arte de preparar a los jóvenes para el amor, el matrimonio y la familia, y señala, cómo eliminar los "residuos burgueses" en materia de relaciones sexuales. "Aunque la sociedad basada sobre la explotación del hombre por el hombre ha sido liquidada" en Cuba, aunque en este país, segun el periódico, se desarrolla, "la construcción de una nueva sociedad socialista", queda mucho camino por recorrer "en el terreno de las relaciones interhumanas de la pareja y de la familia".

Gramma estima que no existe otra esfera de la vida humana en la, que "los prejuicios, los tabús, la ignorancia, los criterios de la moral burguesa y otros residuos de la sociedad de clases, hayan hundido, sus raíces tan profundamente". El artículo cita a Lenin para negar la idea de que en la sociedad comunista "satisfacer el deseo sexual sea una cosa tan simple y de tan poca importancia como beber un vaso de agua".

Revolución sexual

El periódico cubano añade que "es reciso preparar a la población para que utilice de manera razonable, también en este terreno, el triunfo de la revolución, de modo que el amor libre, tan frecuentemente mal entendido, pueda desarrollarse como una relación de pareja responsable". En la sociedad socialista el hombre y la mujer tienen la misma libertad sexual, "y es el amor lo que determina la moral sexual y familiar".En cuanto al machismo, Gramma estima que se trata, en esencia, de un resto burgués, que implica la sumisión y la desvalorización de la condición femenina. El hombre, "que ha obtenido privilegios a través de generaciones, gracias a este estado de sumisión de la mujer, desea, en su fuero interno, conservar estos derechos y privilegios, del mismo modo que el burgués se apega a su propiedad". En ello cree ver Gramma una prueba de la dualidad moral burguesa. No basta con ser un buen socialista en la vida pública, hay que serlo también en la vida privada, para lo que juzga necesaria la educación sexual, como un elemento de trabajo, político-ideológico.

La fórmula que ofrece el periódico del partido comunista cubano es la siguiente: "Resulta indispensable la práctica de un trabajo d: información, de orientación y de educación ideológico-política, para que nuestras nuevas generaciones sean capaces de alcanzar una vida matrimonial y familiar feliz".

La información debe ser extendida a padres, maestros, médicos, psicólogos, juristas y dirigentes, para dar ejemplo y eliminar del interior de cada uno los residuos burgueses, "después de una profunda y sincera autocrítica".

El artículo de Gramma responde a preocupaciones muy extendidas en ámbitos no oficiales de Cuba, a propósito de la gran libertad de relaciones sexuales de que disponen los jóvenes.

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