Cuatro presuntos miembros de ETA, heridos por disparos de un guardia civil cuando eran trasladados en un furgón

Cuatro presuntos miembros de ETA resultaron heridos, dos de ellos de gravedad, al disparársele el arma a uno de los guardias civiles que les custodiaba en el interior de un furgón que trasladaba ayer a un contingente de presos a las cárceles de Soria y Nanclares de Oca (Alava). Tanto la dirección general de la Guardia Civil como testigos presenciales confirman que el vehículo sufrió un accidente, aunque no ha podido precisarse la causa por la que se produjeron los disparos.

El suceso ocurrió a las 11. 15 horas a la altura del kilómetro 103 de la carretera nacional II, en la provincia de Guadalajara. El furgón, que transportaba a ocho reclusos vinculados a ETA, sufrió un reventón en una rueda y su conductor perdió durante algunos instantes el control del vehículo. Un joven que vendía sandías a la entrada del área de servicio existente en aquel lugar de la carretera temió que el vehículo acabase arrollando el puesto que había instalado pocas horas antes. Precisamente en el lugar donde se produjo el reventón, el arcén de la carretera, en la dirección que viajaba el vehículo (Soria), se encuentra en mal estado.Las versiones sobre el suceso revistieron inicialmente un notable grado de confusión. Según declaró a este periódico el joven que presenció el accidente sufrido por el furgón, que iba custodiado por dos vehículos de la Guardia Civil, el reventón se produjo a unos ochenta metros del área de servicio existente en el kilómetro 103 de la nacional II, en el carril que utilizan los vehículos que viajan con dirección a Zaragoza y Barcelona. Jesús Lorenzo, el joven de diecisiete años que a las 18.00 horas de ayer lamentaba haber vendido únicamente seis sandías a lo largo de la jornada, afirma que él no pudo oír el ruido de los disparos. "Después del reventón", añadió, "el furgón siguió andando unos metros y se paró. Después bajaron a unos hombres esposados, uno de ellos cojeaba mucho y otro tenía una mancha de sangre bastante grande; después bajaron a otros dos".

Relató también que aproximadamente media hora después de haber reventado el neumático, que fue reparado en el taller existente en la misma área de servicio, los guardias civiles abandonaron el lugar. Al poco tiempo retornaron al lugar efectivos del mismo cuerpo, que procedieron a tomar fotografías y efectuar mediciones en el lugar donde ocurrió el percance. Otras personas que se encontraban trabajando en las instalaciones existentes en la citada área de servicio (hotel, cafetería, gasolinera y talleres) cuando ocurrió el suceso rehusaron facilitar información sobre lo que habían visto.

Nerviosismo del guardia

El teniente ayudante de la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara comentó a la corresponsal de EL PAIS en Guadalajara, Ana Merino, después de que se produjera el suceso: "Todavía no estamos seguros, pero es posible que uno de los guardias de escolta se pusiera nervioso al oír el reventón y se le disparó su metralleta, hiriendo a cuatro de los presos de ETA que estaban siendo trasladados de Madrid a Soria o a Nanclares de Oca". De confirmarse esta posibilidad, indicaría que el guardia había creído que el vehículo era atacado.

Viajaban en el furgón con destino a la cárcel de Soria los reclusos Jesús María Mardaras Lopetegui, Juan Carlos Uriarte Allo, Benito Irízar Imaz, Luis Olivares. Campoamor y Luis Alberto Cristobal Martín, todos ellos presuntos miembros de ETA Militar. En el mismo vehículo eran trasladados a la prisión de Nanclares de Oca los presuntos miembros de ETApm Jacinto Lastra Casal, Santiago Rezola Altuna y Alejandro Barbarín Goñi. Los reclusos que fueron alcanzados por los disparos de la metralleta de un agente de la Guardia Civil son Juan Carlos Uriarte Allo, Santiago Rezola Altuna, Luis Olivares Campoamor y Alejandro Barbarín Goñi. Todos fueron trasladados a la residencia de la Seguridad Social de Guadalajara. Al poco tiempo de ser ingresados, Uriarte Allo y Rezola Altuna fueron dados de alta y trasladados posteriormente a la prisión de Guadalajara. Olivares Campoamor, que permaneció tres horas en el quirófano, se encuentra muy grave, aunque evoluciona favorablemente. Barbarín Goñi se hallaba anoche en estado gravísimo. Los presuntos etarras que salieron ilesos fueron llevados ayer mismo a las prisiones donde estaba previsto que fueran trasladados.

Parte médico

A las 20.00 horas de ayer el director de la residencia sanitaria de la Seguridad Social de Guadalajara facilitó a EL PAIS el parte médico que describe el estado de los heridos. Su contenido es el siguiente:

Juan Carlos Uriarte Allo, de 23 años de edad, sufre una herida de arma de fuego no penetrante en región lumbar media. Pronóstico leve salvo complicaciones.

Santiago Rezola Altuna, de treinta años, sufre herida por arma de fuego en región latero cervical izquierda. Inicialmente su estado fue apreciado como grave pero poco después pasó a calificársele de herido leve.

Luis Olivares Campoamor, treinta años, herido por arma de fuego penetrante en el tórax con orificio de entrada al nivel de la séptima costilla izquierda y salida a la altura del cuarto y quinto espacio intercostal. Afecta al lóbulo superior e inferior del pulmón izquierdo. Además existe una herida en sedal con entrada en región ilíaca derecha y salida en región lumbar derecha. Pronóstico muy grave.

Alejandro Barbarín Goñi, 35 años, herido por arma de fuego con entrada en cara anterior del hemitórax izquierdo y orificio de salida en fosa renal izquierda. En la intervención quirúrgica se le encuentra estallido del riñón izquierdo, perforación de dos asas del yeyuno y varios orificios en el tercio superior del colon descendente. Pronóstico gravísimo.

Fuentes de la dirección general de Instituciones Penitenciarias afirmaron que el traslado de presos es de la exclusiva responsabilidad del Ministerio del Interior y de las fuerzas de orden público.