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ECOLOGIA

La CIMA pretende reducir los incendios forestales con castigos ejemplares

Los "castigos ejemplares", que sirvan de elemento disuasorio a las personas que provocan incendios forestales, es la estrategia que deberá adoptarse para solucionar este problema, según manifestaron los responsables de la conservación de la naturaleza española en el pleno de la Comisión Interministerial del Medio Ambiente (CIMA), para tratar de adoptar medidas que frenen la alarmante destrucción de las plantaciones de pinos efectuadas por el Icona en los últimos cuarenta años.La intervención del representante de las asociaciones ecologistas en la CIMA, Humberto da Cruz, en el sentído de que sería interesante no solo perseguir a los culpables sino también eliminar las causas que originan este comportamiento delictivo, fue contestada por el director del Icona, José Rodriguez Hernandez, quien consideró que la reunión de la CIMA no era el lugar para entrar en lás causas de los incendios forestales y sí para buscar medidas que frenen estas "acciones violentas prbvocadas por manos criminales" que en su opinión son una forma de terrorismo político.

Las manifestaciones del Director del Icona fueron puntualizadas por el representante de la Dirección General de Protección Civil en la CIMA, quien anunció que tras rigurosas investigaciones se habían podido descartar las teorías de que tras los incendios forestales estuviera una "mano negra, una "internacional terrorista", los traficantes de madera, y otras hipótesis similares, y que de las investigaciones practicadas se desprendía que el objetivo principal de los incendiarios de las plantaciones de pinos era restituir los pastos que fueron repoblados por el Icona con estos cultivos, dedicados a la industria papelera.

Estas afirmaciones coinciden con el resultado, de un estudio realizado en 1976 por la consultora asturiana Sadei, por encargo del Icona, que demostró que la mayoría de los incendios forestales que se producen en la cornisa Cantábrica son producto de la venganza de los campesinos a los que en su día el Icona enajenó sus pastos comunales para repoblarlos con pinos. El resultado de este estudio fue celosamente guardado por el Icona, hasta que en 1980 logró filtrarse a los medios de comunicación.

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