Joven desilusionado

Soy español, tengo veintidós años, soltero, servicio militar cumplido, tengo trabajo (grandísima suerte la mía en un país como España con dos millones de parados), estudio una carrera universitaria que parece ser, yo no lo creo, mejorará tanto mi status como mi cultura.Yo les escribo para decirles qué siente un español de veintidós años que ha padecido, entre otras cosas, en su propia persona una niñez franquista, una juventud transitoria y un servicio militar con 23-F incluido.

Yo, que no milito en organización política o sindicato alguno, que ni de pequeño estuve en la OJE o los Boy Scout, que creo ser más bien de izquierdas (más que nada por aquello de que no hay mayor tonto que un obrero de derechas). Yo, que a pesar de todo creo en la democracia y por ello respeto todas las ideologías, pago mis impuestos y hasta las multas municipales de tráfico y voto en todas las elecciones. Yo, que, en definitiva, soy español porque me tocó nacer aquí, me,siento profundamente defraudado, engañado, estafado y perdido en este país. Vivo en un país que no hace que sientas ilusiones, y eso que tengo un buen trabajo, un coche (eso sí, de segunda mano), estudio, me llevo bien con mi familia y tengo hasta novia formal.

Entonces, pienso yo, por qué no me ilusiona mi país. Será porque veo que han muerto muchas personas envenenadas por aceite adulterado y aquí no pasa nada, será porque sufrimos un golpe de Estado (yo, el 23-F estaba en la mili), será porque en el juicio del 23-F se han utilizado atenuantes que no atenúan nada y, sin embargo, por el momento han obrado milagros. No lo sé, lo que sí sé es que no existen mayores ciegos y sordos que los que no quieren ver ni oír. En España, el poder no escucha al no poder, da mala respuesta y a destiempo a las peticiones, y eso cuando las da. EL poder vive en otra galaxia y no en ésta./