Discordancias en Madrid
Un colega español preguntó a Mitterrand en el transcurso de la conferencia de Prensa que tuvo lugar en Madrid el 23 de junio, si no preveía un acuerdo entre los dos Gobiernos para que los diarios de los dos países se muestren recíprocamente más comprensivos. No era una broma.El periodista español parecía sinceramente sorprendido cuando, el presidente de la República le dijo que no comprendía nada sobre el papel de la Prensa en una sociedad democrática. La Prensa española, al informar sobre las otras declaraciones presidenciales, escamoteó este intercambio de réplicas, y es de esperar que ello no sea revelador de un Estado de espíritu arcaico.
Es un hecho que los periodistas españoles, habitualmente muy conformistas en política exterior, se diferencian en sus comentarios de los oficiales, más bien tranquilizadores (comunicados por la agencia Efe), después de las entrevistas Mitterrand-Calvo Sotelo, y arrojan con profusión leña al fuego.
¿No llan entendido todavía que una mejor comprensión se ha establecido entre los dirigentes? ¿O el Gobierno español querrá mantener una presión sobre Francia, mediante la Prensa? La cándida pregunta de nuestro colega deja las puertas abiertas a todas las posibilidades.
Al ir a Madrid, sabiendo que pisaba un terreno difícil, Mitterrand deseaba hacer comprender a nuestros vecinos, que para satisfacer los intereses comunes a largo plazo, los dos países deben superar rudos obstáculos inmediatos. La voluntad afirmada por el presidente de la República de contribuirá la prevención del terrorismo debía convencer a los españoles de que se sitúa en esa óptica.
Nuestros vecinos debían comprender que la entrada de España en la Comunidad Europea no es un plato de gusto. Francia y España tienen un evidente interés en un equilibrio Norte-Sur, pero lo mismo que el empresariado español, que desea una transición de diez años, Francia tiene intereses legítimos (agricultura, siderurgia, textil) que no pueden abandonarse a una competencia salvaje.
Si Madrid quiere discutir con París, concluyó Mitterrand "cuanto más rápido (para la adhesión de España), mejor".
25 de junio
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Visitas oficiales
- Viajes oficiales
- Opinión
- Ampliaciones UE
- Conflictos diplomáticos
- Comunidad Europea
- Francia
- Contactos oficiales
- Portugal
- Política exterior
- Europa occidental
- Unión Europea
- Prensa
- Europa
- Relaciones internacionales
- Organizaciones internacionales
- Relaciones exteriores
- España
- Medios comunicación
- Comunicación