Limitadas las inversiones bancarias en el exterior

Las preocupaciones que la Administración tiene para lograr que no se produzca un descenso importante en el nivel de reservas de divisas ha llegado a un punto tal que en estos momentos el Banco de España tiene paralizados todos los expedientes de solicitado de devolución anticipada de créditos exteriores y el Ministerio de Economía pone como condición para autorizar inversiones españolas en el exterior de cierto volumen el que ellas no supongan salidas netas e inmediatas de pesetas transformadas en divisas.

Prácticamente desde febrero de este año todo proyecto de inversión en el extranjero de cuantía elevada es autorizado solamente si al tiempo está asegurada una fórmula de financiación a medio o largo plazo, en torno a cinco años como mínimo, con dinero exterior, para que no se produzca una salida de divisas fuerte en un momento en el que, según las últimas estimaciones, habrían descendido en unos 2.000 millones de dólares.Estas condiciones de autorización se exigen, exclusivamente, a las instituciones financieras españolas que son las que vienen invirtiendo en mayor proporción en el exterior, alcanzando en el periodo enero-mayo de este año prácticamente el 74% del total de inversiones españolas en el exterior, que sumaron más de 25.000. millones de pesetas frente a menos de 15.000 en el mismo periodo del año pasado. Este aumento tan fuerte en pesetas de las inversiones en el exterior supone prácticamente un crecimiento nulo sobre los cinco primeros meses de 1981 si se establece la comparación en dólares.

Por sectores, las inversiones españolas están orientadas, aparte de las financieras, hacia el comercio, industrias transformadoras de metales y al agropecuario. En cualquier caso, de los 26.000 millones de pesetas autorizados en inversiones en el exterior, casi 20.000 han correspondido al sector financiero, mientras que los demás no han alcanzado ninguno los 2.000 millones de pesetas.

Pero las instituciones financieras, según los datos de que se disponen, el año pasado se salieron al exterior por valor de algo más de 5.000 millones de pesetas, lo que representaba el 35,6% del total autorizado, mientras que en lo que va transcurrido del actual se está cerca de los 20.000 millones, el 74%.

Los demás sectores mantienen prácticamente las mismas cifras absolutas en pesetas que en el año anterior, lo que significa una disminución en términos reales si se mide en dólares.

La distribución de las inversiones españolas en el exterior por países de destino muestra un claro sesgo orientado hacia toda el área americana, ya que es ahí donde lo bancos españoles están invirtiendo para adquirir instituciones financieras.

Así, el 87% del total autorizado acaba materializándose en inversiones en los países americano -9.000 en Chile, 4.500 en Estados Unidos, 3.000 en Puerto Rico, 1.600 en México y 1.000 en Uruguay-, confirmando la ruptura en la tendencia existente hace años, que concentraba la inversión española en el exterior en Europa.

Por otra parte, la Administración está paralizando todo lo posible los expedientes que hay en el Banco de España solicitando autorización para efectuar devoluciones anticipadas de préstamos en divisas conseguidos hace áfios. La depreciación del tipo de cambio de la peseta y los elevados tipos de interés en los mercados intemacionales han aconsejado, en pura técnica financiera, que muchas empresas e instituciones hayan preferido endeudarse en el interior en lugar de salir en busca de recursos exteriores.