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Reportaje:

Cada año entra clandestinamente por las rías gallegas tabaco por valor de 4.000 millones de pesetas

Las rías gallegas vienen siendo en los últimos años escenario de un intenso tráfico de contrabando, especialmente tabaco rubio, que supone una pérdida de miles de millones al erario público español, sin que hasta el momento se logre cubrir la laguna legislativa que existe en este terreno, una vez desaparecida la prisión subsidiaria por insolvencia. En los cuatro últimos años, pese a la labor llevada a cabo por brigadas especiales de la Guardia Civil, se estima que por las costas gallegas entra clandestinamente tabaco rubio por un valor superior a los 4.000 millones de pesetas cada año. En los últimos meses la celebración del Mundial del fútbol ha determinado que la actividad de los contrabandistas de tabaco haya sido más intensa de lo habitual.

El rentable negocio del contrabando, en lo que a Galicia se refiere, continúa teniendo en el tabaco rubio su género más tradicional. Se han llegado a decomisar en los tres últimos años en las costas gallegas alijos valorados en cerca de mil millones de pesetas, aumentando las capturas de manera espectacular, hasta el punto de que entre 1979 y 1980, según datos facilitados por las autoridades fiscales españolas, se produjo un aumento en las capturas de un 130%. Por otra parte, en 1980, por el momento no se facilitaron datos del año pasado, se impusieron multas por un valor aproximado de 2.000 millones de pesetas, que son atendidas puntualmente por los infractores, sin que exista otro medio de coacción.Las principales bocas de entrada del contrabando en Galicia son las rías de Vigo, Arosa y Ares, además del triángulo formado por los puertos de Cedeira-Cariño-Ortigueira. Tradicionalmente la zona sur de Galicia fue siempre lugar fácil para la práctica del contrabando, en algunas ocasiones con una impunidad ostensible, según ha señalado a este periódico un experto en vigilancia fiscal. Sin embargo, en los últimos tiempos las rías altas parecen escenarios más propicios para la entrada de manera subrepticia de tabaco. Ello viene favorecido por el hecho de que la zona norte de Galicia posee ensenadas prácticamente deshabitadas, al mismo tiempo que en algunos puertos, como son el caso de Cedeira y Cariño, apenas si existe vigilancia de la Guardia Civil. La zona sur de Galicia se utiliza en la actualidad para la entrada de otro tipo de contrabando, quedando las rías altas para el tráfico del tabaco rubio norteamericano.

Una de las mafias que controlan el negocio de este contrabando, según relató un miembro de la vigilancia fiscal a EL PAIS, es la conocida por los griegos. La mayor parte del tabaco con el que se realiza el contrabando procede del puerto de Amberes. Los barcos nodriza que transportan el tabaco suelen fondear a cuarenta o sesenta millas de las costas gallegas, en aguas internacionales, y hasta allí llegan o bien lanchas rápidas, o bien viejos costeros, de pequeño porte, inutilizados ya para transportes de un recorrido medio, dentro de lo que se considera normal en el tráfico marino. Estas embarcaciones transportan el tabaco hasta determinados puntos de la costa, por regla general ensenadas donde bate poco el mar, o bien en pequeños puertos pesqueros. Desde aquí, camiones, también por regla general de matrícula baja, comienzan la distribución por todo el territorio español.

Junto a la mafia de los griegos actúan también otros dos grupos. Uno de ellos, denominado los portugueses, que se mueve por la zona sur de Galicia y por Andalucía mientras que los italianos eligieron la zona mediterránea para llevar adelante su negocio. Estos últimos operan de manera preferente, según explicó un portavoz de la Jefatura Fiscal de la Guardia Civil de La Coruña, en las costas levantinas y catalanas. Barcelona es la puerta de entrada ilegal de tabaco más notable de España. A continuación, en estimaciones de la autoridades competentes en el tema, vienen las costas gallegas.

El aumento del contrabando en España, en opinión de un miembro de la Jefatura Fiscal de la Guardia Civil consultado por este diario, viene dado, en gran medida, por la desaparición de la prisión subsidiaria por insolvencia. Antes, el detenido iba directamente a la cárcel a raíz del hecho de encontrarlo con contrabando, lo que no sucede ahora. Por el contrario, el detenido se limita a atender a las diligencias abonando la suma de la sanción y quedando en libertad.

Laguna legislativa y escasos medios

Otra de las causas de la ascensión del tráfico de contrabando en nuestro país, señalada también por los expertos, es la escasa dotación de medios de que dispone la vigilancia fiscal española, al menos en lo que se refiere a la vigilancia costera. Para cubrir todo el perímetro costero español los servicios de vigilancia fiscal disponen de veinte embarcaciones, cuatro de las cuales tienen su base en Galicia. La flotilla de lanchas de vigilancia es considerada por los propios miembros de la vigilancia fiscal como insuficiente, especialmente si se contrasta con países como Francia, el Reino Unido o la misma Italia.Pese a todo lo anterior, las detenciones están a la orden del día en Galicia. Raro es el mes en que la Guardia Civil no logra detener algún camión con tabaco rubio norteamericano. Por regla general, los camiones suelen ir cargados con tabaco valorado en cerca de veinte millones de pesetas. Otras veces son barcos, pequeños costeros, como el caso del buque inglés Glas Island, aprehendido en Cariño, donde fueron detenidas veinte personas, seis de las cuales eran los tripulantes del barco, en su mayoría griegos.

En los últimos meses la vigilancia se ha intensificado en Galicia. El cerco a los contrabandistas, según la Guardia Civil, se está estrechando por momentos. Sin embargo, las investigaciones también se llevan dentro de los propios encargados de evitar el contrabando, por supuestas connivencias con los contrabandistas, al menos en la zona norte de la provincia de La Coruña.

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