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Valoración positiva en medios oficiales de los resultados de la visita de François Mitterrand

El presidente francés, François Mitterrand, regresó a media mañana de ayer a París con un amplio bagaje de información sobre la vida y el momento político español, y con el aparente propósito de reflexionar sobre los temas que crispan las relaciones bilaterales entre los dos países. Durante su estancia de 48 horas en Madrid, Mitterrand ha mantenido entrevistas con el Rey de España, el presidente del Gobierno y los líderes de los cuatro partidos mayoritarios. La sinceridad con que por ambas partes han sido planteados los asuntos de interés para los dos Estados es valorada positivamente por el Gobierno y los dirigentes políticos españoles, en la medida en que ello permite un clima de mejor comprensión, del que caben esperar resultados a medio y largo plazo.

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El viaje del presidente Mitterrand concluyó con una ceremonia de despedida en Barajas presidida por los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía, y a la que asistieron el jefe del Ejecutivo español, Leopoldo Calvo Sotelo, varios ministros del Gobierno y altas autoridades civiles y militares.Ya fuera del programa oficial, el presidente francés invitó a desayunar al líder de la oposición, Felipe González, con quien se había entrevistado la tarde anterior en audiencia de media hora, como con los líderes de los cuatro principales partidos.

Después de esa nueva entrevista con Felipe González, que los representantes del PSOE se apresuraban a calificar ayer modestamente, como de "simple cortesía" y "sin trascendencia política alguna", François Mitterrand se reunió con una representación de la colonia francesa en Madrid, en la sede de su embajada, y ante los que admitió que las relaciones franco-españolas eran "delicadas". En unas breves palabras ante unos 300 compatriotas que acudieron a saludarle, Mitterrand expresó su esperanza de que en el futuro haya mas comprensión entre Francia y España; y reiteró su deseo de que las relaciones entre Madrid y París sean mejores de lo que lo son actualmente.

En medios oficiales españoles se valora positivamente el balance del viaje, aunque no se ocultaba ayer cierta frustración por la ausencia de algún gesto o acción espectacular por parte francesa. Pero también se reconoce que las visitas de Estado no se caracterizan por los "gestos", sino por los planteamientos a largo plazo. Y es en este punto donde se admite que, los franceses encontraban de antemano mayores dificultades.

La valoración positiva del viaje en medios oficiales españoles, contrasta con la visceral reacción antifrancesa que mostraban ayer algunos periódicos, curiosamente de obediencias políticas contrapuestas, así como otros medios de comunicación muy cercanos a las tesis gubernamentales.

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El ambiente preelectoral que vive España y el carácter de débil interinidad del actual Gobierno, se percibe también desde París y está en el aire desde hace meses. Y en esas circunstancias no era previsible que el viaje de Miterrand, que tanto medios oficiales españoles como franceses admiten que se realizó en un momento poco oportuno y cargado de tensión, deparara otra cosa que ese regusto de frustración que se percibía ayer en medios oficiales, y que valoraban con más naturalidad en otros sectores políticos.

Según fuentes oficiales españolas se señala que durante este viaje del presidente francés no se han abordado otros temas de los expuestos públicamente, es decir, terrorismo, CEE y acuerdos culturales y educativos. Otros temas bilaterales de carácter económico, o el probable interés español en la adquisición de armas francesas, en el contexto del ambicioso programa de mayor dotación presupuestaria y de modernización de las Fuerzas Armadas, no fueron abordados.

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