Descubrimiento de anomalías en el cerebro de los suicidas
El cerebro de personas que se han quitado voluntariamente la vida suele presentar anomalías químicas y fisiológicas, lo que en el futuro permitirá detectar a los suicidas en potencia y remediar las posibles deficiencias, según las conclusiones de un equipo de investigadores norteamericanos que publica en su último número la revista Sciencie y recoge Efe.El descubrimiento se atribuye a un grupo de científicos de la Universidad de Detroit (Michigan), dirigido por el doctor Michael Stanley, al comparar muestras de cerebros de nueve sujetos que se habían quitado la vida con los de un número igual de individuos fallecidos por otras causas. Una de las primeras conclusiones fue que en las cortezas frontales de los suicidas que habían sido tratados con Imipramin, un antidepresivo, había un 44% menos de zonas donde el fármaco podía acumularse y tener un efecto beneficioso sobre el estado del paciente que en los sujetos fallecidos por otras causas.
El Imipramin y otros fármacos que combaten la depresión, causa de la mayor parte de los suicidios, se acumulan en determinados puntos llamados de vínculo, en las plaquetas de la sangre. Su utilidad consiste en que ayuda a las neuronas del cerebro, que transmiten los mensajes entre las células cerebra_ les, a acumular serotonina, sustancia que mantiene el conducto químico entre el cerebro y las células nerviosas y contribuye también a la comunicación entre las neuronas. Los niveles de serotonina en el cerebro de suicidas son significativamente más bajos que en los demás.
Los científicos del Instituto Nacional de Salud Mental de Bethesda (Maryland) descubrieron deficiencias de serotonina en personas que presentaban desórdenes mentales, sujetos depresivos, pacientes muy agresivos e impulsivos e individuos que poco antes habían intentado suicidarse. El director del centro, doctor Goodwin, ha manifestado su confianza en que la medicina sea capaz de poner a punto, en un plazo razonable, los remedios que puedan combatir la tendencia humana al suicidio. El instituto citado ha comenzado a investigar un nuevo itratamiento químico que solucione la falta de serotonina.
Los médicos e investigadores no han podido determinar, hasta el momento, cómo funcionan exactamente los puntos de vínculo en las plaquetas sanguíneas ni por qué su número es inferior en los posibles suicidas que en el resto de los sujetos.
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