Argelia y Libia piden a la URSS un incremento de su ayuda militar a Siria
Dos capitales del Frente de la Firmeza Arabe, Argel y Trípoli, han solicitado oficialmente a la Unión Soviética el envío de equipos militares a Siria para reforzar las unidades que este país mantiene en el valle de la Bekaa, al este de la capital libanesa. Por su parte, tras la suspensión del consejo ministerial de la Liga Arabe, que debía reunirse ayer en Túnez, continúan los contactos entre los países árabes para convocar una cumbre extraordinaria, a la que han prometido asistir los presidentes sirio, Hafed el Assad, y libanés, Elías Sarkis.
En Argel, el príncipe Saud el Faisal, jefe de la diplomacia saudí, ha reafirmado que su Gobierno responsabiliza a Estados Unidos por el cariz que han tomado los acontecimientos en Líbano.Informes contradictorios procedentes de la sede de la Liga Arabe en la capital tunecina señalan que el objetivo de la convocatoria de una cumbre extraordinaria incluye el envío de una ayuda militar a los palestinos.
En Argel se mantiene el mutismo más absoluto sobre los rumores obtenidos en fuentes diplomáticas que aseguran tener conocimiento del relevo de algunas unidades de élite del Ejército argelino estacionadas normalmente en Tinduf, para ser enviadas por vía aérea a Damasco. En la capital siria, una delegación argelina dirigida por el número dos del régimen, Cherif Messadía, tiene el encargo de concretar la ayuda que Argel ha brindado oficialmente a Siria y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
La Prensa gubernamental argelina critica la decisión israelí de llevar a cabo un alto el fuego unilateral en Líbano, considerándola como una maniobra destinada a consolidar sus posiciones en territorio libanés y a lograr que, tras su retirada a Israel, quede instalada en el sur de Líbano una fuerza internacional, con predominio norteamericano, para obstaculizar la presencia palestina en la región.
Si las críticas a Israel y Estados Unidos no han cesado en Argel, han amainado, sin embargo, las que se hacían a Irak.
Para la fracción radical del mundo árabe, lo esencial, ahora, reside en no aceptar un alto el fuego que incluya el sacrificio de la resistencia palestina, así como en hacer ver a la Unión Soviética que toda acción diplomática destinada solamente a preservar a Siria de una eventual invasión israelí, haciendo abstracción de la matanza de palestinos en Líbano, sería severamente juzgada por todo el mundo árabe.
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