El ministro de Trabajo promete un nuevo proyecto de ley de emigración para final de mes

El ministro del Trabajo y Seguridad Social, Santiago Rodríguez Miranda, que intervendrá mañana lunes ante la 68 Conferencia Internacional del Trabajo, se comprometió ante los trabajadores españoles ínmigrantes en Suiza, a enviar antes del 30 de junio próximo al Parlamento el proyecto de nueva ley de emigración que deberá reemplazar a la ley que data de 1971.Durante cinco horas, el ministro recibió ayer en audiencias separadas a los representantes de la inmigración española agrupados en las centrales sindicales UGT y CC OO, en los partidos políticos PSOE, UCD y PCE, y en varias asociaciones de inmigrantes.

Veinticuatro horas antes de la llegada de Rodríguez Miranda a Ginebra, el embajador de España ante la Confederación Helvética, Martín Gamero, firmó con las autoridades suizas el texto de un convenio revisado de Seguridad Social, que a juicio de la inmigración no introduce grandes mejoras en relación a la situación anterior, pero destacan entre sus aspectos positivos la creación de una comisión mixta que vigilará su aplicación y seguirá estudiando posibles futuras mejoras.

También se destacó como positivo el que participarán a nivel consultivo "por lo menos", las organizaciones de inmigrantes y las centrales sindicales españolas en Suiza.

Los interlocutores del ministro plantearon la necesidad de discutir con las autoridades de este país, materias referentes a seguridad de desempleo, especialmente, para que parte de lo que cotizan los trabajadores inmigrantes en este país pase a la Seguridad Social española como cobertura para el trabajador, al retorno, especialmente de cara a la actual crítica situación que plantea a la inmigración el rechazo, hace una semana, mediante referéndum, de la "ley de extranjeros", que mejoraba en algunos aspectos la situación de los trabajadores inmigrantes en Suiza, entre ellos cerca de cien mil españoles.

El ministro Rodríguez Miranda, en declaraciones a EL PAIS al término de las audiencias, señaló que se llevaba una "panorámica completa" de los problemas que afectan a la inmigración española, desde el punto de vista político, sindical, sectorial y de federaciones. Consultada su opinión sobre el reciente rechazo a la ley de extranjeros fue enfático al declarar que creía profundamente "en la Europa de las libertades", y en directa alusión al rechazo de dicha ley sostuvo que le recordaba "tiempos pasados", asegurando paralelamente que es preocupación especial de su ministerio seguir "tutelando los trabajadores inmigrantes", como una obligación moral "hacia quienes han contribuido con su esfuerzo al desarrollo de las economías europeas, que también tienen una obligación moral hacia nuestros trabajadores", señaló.