Sobre la sentencia del 23-F

Soy asiduo lector de ese prestigioso matutino. Valoro todo cuanto hacen y puedan hacer en el futuro y por nuestra incipiente democracia, la cual, si creemos a muchos agoreros, aún está muy inmadura y su destino es incierto; desde luego, a mí no me lo ha parecido nunca así, sobre todo desde la noche del 23-F, cuando vi cómo EL PAI S, valiente y gallardamente, tiraba una edición extraordinaria denunciando un intento de golpe de Estado militar de la extrema derecha.Expuesto lo anterior -a manera de preámbulo- en la mañana de hoy (muy temprano) he tenido en mis manos el ejemplar 1.897 de 4-6-1982, ante el cual no he podido menos de sonreír irónicamente al examinar la última plana, referida al capitán de navío Camilo Menéndez, que "esperaba que todos mis compañeros salieran absueltos"; "mi mayor recuerdo es para los que están en la cárcel de Alcalá", etcétera, todo ello acompañado de una fotografía -en la que se ve al expresado marino acompañado de su otoñal y fotogénica esposa, que aparece exultante de alegría-. Seguramente Dios ha querido que las cartas abiertas a su marido (a través de El Alcázar) en las que ponderaba el valor y abnegación del mismo hacia sus compañeros, hayan tenido su rentabilidad.

Yo me permitiría sugerir, modestamente, a esta señora que, en lo sucesivo, atempere su actuación a la de miles de esposas españolas; no hay que martillear y arrear constantemente al esposo "para salvar a España", pues los españoles sabemos salvarnos, no queremos nuevos mesías, ya con uno (casi durante cuarenta años) tuvimos una experiencia dilatada ¡que más vale no acordarse de ella! A mayor abundamiento, creo que esta señora tiene una prole suficiente (siete u ocho hijos, sin añadir el marino que equivocadamente le agregó EL PAIS) de los que verdaderamente debe ocuparse, pues aterra pensar qué sería de ellos si su padre vuelve a las andadas, es decir, a la conspiración; entonces sí que el uniforme volaría, y es una pena, un señor tan mayor, ya sin futuro, queriendo inspirar compasión a estas alturas./