Delicada situación de Francia por su apoyo a Uedei

Fuentes diplomáticas galas rechazaron ayer toda responsabilidad en los últimos acontecimientos en Chad, su antigua colonia. El presidente de la República Francesa, François Mitterrand, fijará hoy la actitud oficial francesa frente al nuevo poder de Chad. Oficiosamente, representantes de este último en Europa, y, las autoridades galas, dejan entrever un posible diálogo. La situación francesa es delicada, ya que desde que los socialistas llegaron al poder, en mayo de 1981, jugaron la carta del vencido Gukuni Uedei contra el vencedor Hissène Habré.Un representante en Europa de las Fuerzas Armadas del Norte (FAN), de Hissène Habré, declaró que este último necesitará tanto de la ayuda de París como de la cooperación del sur de Chad, que es la única región que no controlan las FAN. También asegura este mismo portavoz de Habré que "estamos dispuestos a aceptar elecciones".

Estas buenas intenciones, de momento, se analizan con muchas reservas. Francia, hoy, es la perdedora de este nuevo episodio del drama que padece Chad desde su independencia hace veinte años. Mitterrand, en septiembre pasado, recibió en el Elíseo a Gukuni y pocas semanas después le envió armas por valor de 250 millones de francos (4.500 millones de pesetas), que cayeron en manos de las fuerzas de Habré.

Los sucesivos presidentes franceses fueron duramente criticados por sus intervenciones en Chad cada vez que estallaba uno de los conflictos de que está sembrada la breve historia dramática de este país, víctima de rencores y violencias provocados por la confrontación de etnias, religiones o ambiciones políticas.

Mitterrand, por el contrario, tiende a mantener una diplomacia fundada en la no injerencia. La nueva situación será una prueba de fuego para su política africana.