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El tipo de interés de la deuda pública a un año será del 14,25%

Es posible que el miércoles se limen ciertas asperezas que en la última semana han surgido entre el Banco de España, el Ministerio de Hacienda y la gran banca con motivo de la actuación de cada uno de ellos en el control del crecimiento de las disponibilidades líquidas y en la financiación del déficit del sector público.El día 9 se celebrarán tanto una nueva subasta de pagarés del Tesoro, o deuda pública a corto plazo, como de certificados de regulación monetaria.

Con la venta de pagarés, la Administración trata de obtener los recursos necesarios para financiar parte de su déficit, mientras que mediante la oferta de certificados de regulación monetaria, de lo que se trata es de absorber los excesos de liquidez que la atonía en la demanda de crédito al sector privado y el propio déficit genera en el sistema monetario.

En lo que va transcurrido de año, en las subastas de pagarés se han adjudicado algo más de 11.000 millones de pesetas, a un plazo de amortización de seis meses -es decir, dentro del ejercicio actual- cuando se tiene previsto que se pongan en circulación durante este año, a amortizar en 1983, un total de 150.000 millones de pesetas.

Las subastas de pagarés se realizan quincenalmente, lo que significa -a juicio de algunos sectores bancarios privados- que no se podrán cumplir los objetivos iniciales, a menos que no se produzca una elevación sensible de los tipos de interés ofrecidos por el Tesoro para lograr que las instituciones financieras privadas acudan en cantidad suficiente a cada una de las subastas que quedan por llevarse a cabo.

Por su lado, el Ministerio de Hacienda considera que el tipo de interés medio en los pagarés a seis meses ofrecido por ellos a través de la Dirección General del Tesoro, es suficiente y que no debería modificarse al alza como se les viene solicitando desde bastantes sitios.

No obstante, si se repasan los tipos ofrecidos en las subastas que se realizaron el pasado año, cuando se puso en funcionamiento el nuevo mercado, se observa claramente que ha habido una reducción significativa en los tipos por los que el Tesoro "hace el corte" de aceptación de ofertas.

Tipos más bajos que en 1981

Así, en las tres subastas de 1981, el tipo marginal se situó en el 15,78% y en el 16,22%, dos puntos por encima de los aceptados en las subastas de 1982 para pagarés a seis meses.Los tipos a que se colocaron para períodos de amortización de un año fueron algo superiores, entre el 16,28% y el 16,87%, que también contrastan con el deseo de los responsables de Hacienda para este año y que se cifran en el 14,25%.

Estos datos reflejan el deseo de las autoridades monetarias por mantener algo más bajo el coste de financiación del déficit del sector público, al tiempo que "se trataba de no producir un encarecimiento elevado en el coste de los depósitos bancarios", ya que consideran que cuanto más altos quedaran establecidos los tipos de la deuda a corto, más cara se situaría la remuneración del ahorro depositado en las instituciones financieras.

En el Ministerio de Hacienda se quiere, en esta subasta, abrir las posibilidades y, por ello, se aceptarán ofertas para amortizaciones a un año, al tiempo que se rebajarán las cantidades mínimas a suscribir, que pasarán de cinco millones a un millón de pesetas.

El tipo que se quiere poner como listón para este nuevo plazo será algo más elevado, por encima del que tienen en estos momentos las letras en el mercado, lo que a juicio de los responsables de Hacienda debería favorecer el crecimiento de las ofertas del público, en general, y de las instituciones financieras, en particular. Se piensa que un tipo nominal del 14,25%, que produce una rentabilidad real algo superior al pagarse al comprar el pagaré y no al final de la emisión, debería ser suficientemente atractivo ya; el tipo de descuento de las letras de cambio a ese plazo está en estos momentos rondando, por debajo, el 14%.

En el Ministerio de Hacienda se piensa que el plazo de un año es bastante más atractivo que el de seis meses. La experiencia del propio mercado de letras de cambio, que debe estar muy próximo al de pagarés, así lo parece atestiguar.

Por ello, en las próximas subastas, empezando por la de mañana, se van a estudiar más las ofertas a este plazo dejando algo de lado las que se hagan a seis meses que, en cualquier caso, se piensa no serán excesivas a la luz de la experiencia acumulada en las tres subastas que ya han tenido lugar.

Al tiempo, se considera que, para ser el principio, hay ya una cierta cantidad de fondos a seis meses que se seguirá incrementando pero de forma más lenta en adelante.

Dinero para los certificados

También el mismo miércoles se celebrará una subasta de certificados de regulación monetaria a través de los cuales el Banco de España trata de mantener el crecimiento de la masa monetaria en circulación dentro de la senda de fluctuación del 16%, con una posibilidad de variación de dos puntos arriba o abajo.Estas subastas se hacen cada diez días y durante las anteriormente celebradas se ha ido produciendo un ajuste al alza en los tipos de interés ofertados, que han provocado que se contrataran mayores fondos sucesivamente.

El anuncio de la decisión de los grandes bancos de proporcionar los suficientes recursos para que no hubiera problemas de liquidez, una vez que se alcanzaron unos tipos de interés considerados como mínimos, provocó la semana pasada una serie de fricciones entre éstos y las autoridades monetarias que quedarán zanjadas a partir de mañana cuando la banca haga efectiva esta toma de posición. De esta manera, es bastante probable que los problemas de liquidez habidos durante los últimos meses queden borrados.

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