El segundo y feliz intento de Plácido Domingo

'La Bohème', de PucciniIntérpretes: Plácido Domingo, Ileana Cotrubas, Georg Tichy y Patricia Wise. Orquesta sinfiónica y coro del Gran Teatro del Liceo. Director. Gianfranco Rivoli.

Teatro del Liceo. 30 de mayo.

Siguiendo con el II Festival de Opera que organiza Pro Música, hemos podido escuchar el pasado día 30 en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona una muy buena versión de La Bohème, de Puccini.

De esta célebre partitura se han ofrecido tres funciones con un reparto de excepción. Iliana Cotrubas en el papel de Mimi, Georg Tichy en el de Marcello, Patricia Wise en el de Musetta y Plácido Domingo y José Carreras, que alternaron el personaje de Rodolfo, creando, como era de prever, un clima altamente polémico y de mucha tensión. Se esperaba con ansia la presencia de Plácido Domingo, ya que hacía cuatro años que no actuaba en el Liceo, y en su primera aparición del día 26 no llegó a convencer y sí lo hizo dos días después José Carreras en una espléndida y comunicativa versión.

Ello condujo a que en la última representación, a cargo de Plácido Domingo, reinase más bien un clima de competición deportiva que de interés operístico. Pero Plácido Domingo, a pesar de que el personaje de Rodolfo no sea quizá el más idóneo a su manera de cantar, en esta última función impresionó y dio la talla de gran artista que es. Posiblemente en su primera representación el artista se hallara un poco nervioso o excesivamente preocupado, cosa que nos parece muy normal y humano en los intérpretes de esta talla, tan sensibles a lo exterior.

Una voz luminosa y expresiva

Pero lo cierto es que en La Bohème del día 30 Domingo convenció y entusiasmó al excitado público del Liceo. Un poco duro al principio de la bella Che gelida manina, el artista fue controlando la voz, y, a partir del dramático y angustioso tercer acto, ésta brilló como de costumbre, luminosa, penetrante y enormemente expresiva.

Iliana Cotrubas, en el papel de Mimi, realizó también una labor soberbia. La gran cantante rumana se expresó con íntima delicadeza. Su voz es cálida y aterciopelada; sabe dirigir la línea melódica a través de un fraseo muy musical, en este caso plenamente identificado con el patético personaje que interpretó con absoluto realismo.

Muy afortunada estuvo Patricia Wise en el papel de Musetta. Desde su aparición en el segundo acto y luego con el vals Quando m`en vo soletta per la via, cautivó por la naturalidad expresiva y graciosos ademanes. Quizá Georg Tichy, en el papel de Marcello, aun siendo un buen cantante, fue el menos afortunado de los cuatro papeles principales. A su voz le faltó relieve e intencionalidad. Muy bien Justino Díaz en el papel de Colline y sobre todo Enric Serra en el de Schaunard.

La orquesta, en manos de Gianfranco Rivoli, actuó con cohesión y buen sonido. La música está llena de sugerencias, de muy bellas melodías y un emotivo color orquestal, todo ello correctamente expresado por el mencionado director.

Al final de la sesión los aplausos fueron interminables y los artistas saludaron numerosas veces al auditorio del Gran Teatro del Liceo, completamente entregado a los protagonistas de la excelente versión.