Argentina solicita en la ONU un alto el fuego incondicional ante el avance de los británicos
La guerra de las Malvinas dio ayer un giro significativo cuando el Gobierno argentino solicitó al consejo de Seguridad de la ONU que imponga un alto el fuego en las islas Malvinas y la "reanudación inmediata de las negociaciones con la ayuda del secretario general de la ONU". La petición de Buenos Aires no exige como condición previa la retirada de las tropas británicas, que desde una firme cabeza de playa en isla Soledad mantienen la iniciativa sobre el terreno.
A la misma hora en que el ministro argentino de Exteriores, Costa Méndez, presentaba su petición en el Consejo de Seguridad, la primera ministra británica, Margaret Thatcher, declaraba ante la Cámara de los Comunes que no habrá negociaciones con Buenos Aires ni alto el fuego mientras no se rindan o retiren las tropas argentinas.Ante el Consejo de Seguridad hay una propuesta irlandesa, que Londres está decidido a vetar, en la que se pide el cese de los combates durante 72 horas y el reinicio de la gestión mediadora del secretario general, Pérez de Cuéllar.
La firmeza de Margaret Thatcher venía presagiada desde Washington por unas declaraciones del secretario de Estado, Alexander Haig, que afirmó que Londres "parecía estar en condiciones militares de obtener una rápida victoria" en el archipiélago austral. Haig, sin embargo, desanconsejó a Londres una victoria militar apabullante, ya que la reacción argentina podría ser negativa para los intereses de Estados Unidos.
En el terreno militar, Argentina lanzó ayer un masivo ataque aéreo contra la escuadra inglesa, coincidiendo con la celebración de su fiesta nacional. Al menos un destructor británico- gemelo del Sheffield- habría sido seriamente dañado en este ataque. La escuadra inglesa derribó tres aviones argentinos. Por otra parte, la Junta Militar reconoció por vez primera el control británico de una zona de isla Soledad, donde la fuerza expedicionaria inglesa prosigue su avance.
El presidente Leopoldo Galtieri se desplazó anoche urgentemente a la ciudad de Comodoro Rivadavia, en el Sur, sede de la principal base aérea argentina en la guerra, para analizar la estrategia a seguir.
Por otra parte, el Departamento de Estado norteamericano advirtió ayer, por primera vez, a la Union Soviética que no interfiera en el conflicto de las Malvinas.
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