Las tropas argentinas, dispuestas a provocar un 'segundo Dunkerque' tras la recuperacion británica de las Malvinas
Una batalla terrestre, decisiva para el control de las islas Malvinas, estaba a punto de librarse ayer, cuando tropas argentinas se disponían a lanzar una ofensiva contra las posiciones de las fuerzas británicas que lograron desembarcar el pasado viernes en la isla Soledad y que, según informaciones difundidas en Buenos Aires, se encuentran inmovilizadas, faltas de apoyo logístico y "en vísperas de un nuevo Dunquerque" cuando en mayo de 1940 soldados ingleses y franceses fueron cercados por el Ejército alemán, obligándoles a una evacuación.
La zona controlada por los marines y paracaidistas ingleses en las cercanías de Puerto San Carlos tiene un área aproximada de veinte kilómetros cuadrados, se admite aquí.Pero fuentes militares insisten en que se trata de un contingente muy pequeño, de entre cuatrocientos y ochocientos hombres, que mantienen una posición defensiva, carecen de abastecimientos y armamento pesado y no presenta una amenaza real para los millares de efectivos argentinos que defienden la isla.
Las operaciones militares que se desarrollen en las próximas veinticuatro o 48 horas serán decisivas para el desenlace del conflicto y de vital importancia para que cada contendiente fije sus posiciones diplomáticas en las negociaciones que, inevitablemente, tendrán que producirse.
Los argentinos aseguran que el frente está estable y la situación controlada, mientras se prepara el contraataque para "echar al rnar" a los ingleses.
Dura batalla aeronaval
Durante la jornada del sábado se registró escasa actividad bélica en el archipiélago, y mientras los británicos se dedicaban a consolidar sus posiciones, las tropas argentinas les sometieron a hostigamientos esporádicos con aviones Mirage y Pucara y con artillería de 105 milímetros.
Sin embargo, un comunicado oficial argentino, hecho público a media tarde de ayer, hora de Madrid, hablaba de los primeros choques armados entre tropas argentinas y contingentes británicos instalados en la cabeza de playa de la zona de San Carlos.
Un avión Harrier fue derribado sobre Puerto Darwin, según el Estado Mayor argentino. Una importante fuerza, equipada con tanques AMX-13 de fabricación francesa, avanzaba desde Puerto Argentino (ex Port Stanley) hacia el noroeste de la isla Soledad, pero lo dificultoso del terreno impedía a estas tropas avanzar a más de un kilómetro por hora.
Mientras se esperan los inminentes combates terrestres, van conociéndose algunos detalles de la dura batalla aeronaval que se libró el viernes en el estrecho de San Carlos. Particíparon en ella unos ochenta aviones argentinos de distintos, tipos, que, en la mayoría de los casos, se acercaron a las naves inglesas volando a muy baja altura, para evitar ser detectados por los equipos de radares navales enemigos.
Un piloto contaba ayer que se voló a solo tres metros sobre el mar, y que uno de los principales problemas que se presentó a los aviadores argentinos fue la espuma y el agua que caía sobre sus parabrisas y les impedía la visibilidad. El Estado Mayor Conjunto ha admitido la pérdida de seis aviones en estos combates, mientras que los británicos hablan de veinte aparatos derribados.
La señora No
El presidente argentino, general Leopoldo Galtieri, tuvo encendidas palabras de elogio para la Fuerza Aérea en unas breves declaraciones que efectuó a algunos periodistas en la Casa Rosada.
Galtieri lamentó las pérdidas de vidas y material sufridas en el conflicto, y responsabilizó totalmente de ellas a la "señora No, a la señora Thatcher".
El hombre fuerte del triunvirato militar que gobierna dictatorialmente Argentina desde el golpe de Estado de 1976 definió la política inglesa como "una dictadura que viene de siglos y que maneja el concepto imperialista y colonialista en relación a su política internacional".
El presidente argentino habló telefónicamente, el sábado, con su colega peruano, Fernando Belaúnde Terry, quien ha presentado la única propuesta de paz actualmente en curso, pero no se revelaron detalles de la conversación.
Objetivo prioritario
Fuentes militares argentinas rehusaron confirmar o desmentir ayer las informaciones sobre un ataque por parte de la aviación argentina contra el lujoso transatlántico inglés Canberra, la segunda nave civil más importante de la flota expedicionaria, que transporta tropas y pertrechos militares.
El Canberra fue adaptado para llevar al teatro de operaciones a cerca de 3.000 soldados británicos y nunca se dijo que Puera un barco hospital, añadieron las fuentes.
Otro paquebote de lujo, el Queen Elizabeth 2, se acerca en estos momentos al Atlántico sur y se supone que es un objetivo prioritario para los tres submarinos de la Armada argentina que, como el resto de la marina de guerra, no han intervenido en los combates hasta el momento, presumiblemente a causa de su inferioridad tecnológica frente a la moderna Armada inglesa.
La Fuerza Aérea argentina. decretó la alerta roja el sábado por la noche (madrugada del domingo, hora de Madrid) en la ciudad costera de Comodoro Rivadavia, en cuyas proximidades existen importantes bases navales y aéreas, creando la lógica alarma en la población.
No hubo avisos previos de sirenas y la electricidad estuvo cortada durante más de hora y media. Extraoficialmente se informó que la alarma se produjo al detectarse un avión no identificado en las cercanías de la ciudad, a unos 1.500 kilómetros al sur de la capital argentina.
Laposibilidad de un ataque inglés contra las bases continentales de la ayiación argentina, en un intento de neutralizar la supremacía aérea que tiene Buenos Aires, se ha venido barajando en numerosas ocasiones, y el hallazgo en el sur de Chile de los restos de un helicóptero perteneciente a la flota británica hizo pensar en un posible ataque por sorpresa de los británicoa contra objetivos argentinos en el sur del continente. Las medidas de seguridad se han incrementado en toda la región.
De acuerdo con informaciones periodísticas, el presidente norteamericano, Ronald Reagan, ha advertido al Gobierno inglés contra una acción de este tipo, que levantaría una oleada de protestas en los países latinoamericanos por el ataque contra territorio continental y que podría ser incluso el detonante para que algunas naciones, como Perú o Venezuela, se decidieran a otorgar ayuda militar a Argentina, comenzando así una internacionalización del conflicto.
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